Pasó la noche electoral más imprevisible —desde luego, la más imprevista por las encuestas— de los últimos años, llegó la mañana y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró abierto un “nuevo ciclo político” que permitirá a los socialistas seguir dando “pasos adelante” para recuperar la confianza perdida de los ciudadanos. “Aunque sabemos que el camino es largo”, dijo. El camino empieza en Andalucía. Allí el PSOE, contra todo pronóstico, conservará el Gobierno si recibe el apoyo de IU. Y ese pacto, que ambas partes dan por prácticamente seguro, podría tener una derivada que muchos socialistas llevan meses esperando: un nuevo intento para negociar con IU en Extremadura y acabar con el Gobierno en minoría del PP. Moción de censura mediante.
Rubalcaba avaló ayer, tras reunirse la comisión permanente federal del PSOE, lo que horas antes había dicho el secretario general del partido en Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Este había insistido en que la única salida “estable, normal y lógica” en Extremadura es “un gobierno en común, con apoyo de legislatura”, de PSOE e IU. “Me parece bien lo que ha dicho. Si eso lleva consigo alguna iniciativa o no, corresponde a Guillermo decirlo”, contestó Rubalcaba a la pregunta de si la dirección federal contempla impulsar una moción de censura contra el presidente extremeño, José Antonio Monago.
“Yo he hablado con Guillermo Fernández Vara en varias ocasiones del escenario de Extremadura. Allí hay una situación peculiar: un Gobierno del PP sostenido en una abstención de IU. ¿Las circunstancias de estas elecciones [las andaluzas y asturianas] cambian esa situación? Ya veremos. Que Guillermo cree que hay que hacer un pacto de esta naturaleza lo ha dicho en varias ocasiones, y yo estoy de acuerdo con él”, remató el secretario general.
Fuentes del PSOE confirmaron que el debate sobre Extremadura se puso sobre la mesa de la comisión permanente, aunque insisten en que la competencia para intentar abrir esa negociación con IU, si es que se produce, será de la federación extremeña.
Desde la dirección federal de IU aseguraron que no ha habido contacto con el PSOE para hablar de Extremadura tras conocerse los resultados de Andalucía y Asturias, informa Natalia Junquera. “Lo de Extremadura es agua pasada”, se limitó a responder el coordinador federal, Cayo Lara, cuando se le preguntó si él cree que la salida “estable, normal y lógica” es que PSOE e IU pacten un “Gobierno en común”.
El coordinador regional de IU en Extremadura, Pedro Escobar, señaló que a él no le llamó ayer ni Fernández Vara ni nadie del PSOE, y tampoco Lara ni ningún dirigente de IU. Escobar expresó su “respeto” a IU de Andalucía tanto si decide pactar con el PSOE como si no —porque, subrayó, tanto derecho tiene IU a pactar con los socialistas “como a no pactar”—, y añadió: “En este momento nosotros no nos planteamos un cambio de la situación en Extremadura. Aunque sabemos que es probable que la cuestión salga en próximas reuniones de nuestra dirección, y entonces ya hablaremos”.
Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011, Fernández Vara y Escobar mantuvieron varias reuniones, unas oficiales y otras secretas, que finalmente no dieron ningún fruto: IU, tras consultar a su militancia, acabó rechazando un pacto con el PSOE y absteniéndose en la investidura, dando así el Gobierno al PP (la fuerza más votada). En algunas de esas reuniones secretas surgió la propuesta —ninguna de las dos partes admitió su autoría— de dejar gobernar durante unos meses al PP pero pactar más adelante una moción de censura. Guillermo Fernández Vara rechazó esa posibilidad porque podría traer la “inestabilidad” en la región, según confirmaron fuentes del entorno de ambos dirigentes.
Si ahora PSOE e IU se pusieran de acuerdo y Monago se viera en una situación de vulnerabilidad, podría disolver el Parlamento regional y convocar elecciones (a partir de abril está autorizado, porque habrá pasado un año de la última disolución); aunque no podría hacerlo si ya estuviera “en trámite” la moción de censura, según el Estatuto de Extremadura.
En cuanto a Andalucía y Asturias, Rubalcaba adelantó que, aunque la política de pactos depende del comité federal, él ha dado “manos libres” al andaluz José Antonio Griñán y al asturiano Javier Fernández para que decidan sobre los acuerdos poselectorales en la búsqueda de opciones de Gobierno. Por eso no respondió a si en Andalucía el PSOE prefiere que IU entre en el Ejecutivo o no, o si en Asturias estaría dispuesto a negociar con el PP en caso de que los populares no pactaran con Foro.
“El PSOE puede gobernar en ambas comunidades, y el PP tiene muy difícil gobernar en las dos. Eso es lo que se estaba votando en estas elecciones. El 20-N cerró un ciclo político, y ahora se abre otro”, subrayó Rubalcaba. El PSOE ha dejado de ser, por primera vez, la fuerza más votada en Andalucía, e incluso pierde votos respecto a las generales del 20-N (aunque muchos menos que el PP, y en unos comicios con alta abstención); pero sube en porcentaje y, sobre todo, ha derrotado a las encuestas. Recibe una bocanada de oxígeno en un momento crítico. “Estamos muy satisfechos”, resumió Rubalcaba. “Los ciudadanos le han dicho a Mariano Rajoy: ‘por aquí, no”.
Fuente: El País.
Rubalcaba avaló ayer, tras reunirse la comisión permanente federal del PSOE, lo que horas antes había dicho el secretario general del partido en Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Este había insistido en que la única salida “estable, normal y lógica” en Extremadura es “un gobierno en común, con apoyo de legislatura”, de PSOE e IU. “Me parece bien lo que ha dicho. Si eso lleva consigo alguna iniciativa o no, corresponde a Guillermo decirlo”, contestó Rubalcaba a la pregunta de si la dirección federal contempla impulsar una moción de censura contra el presidente extremeño, José Antonio Monago.
“Yo he hablado con Guillermo Fernández Vara en varias ocasiones del escenario de Extremadura. Allí hay una situación peculiar: un Gobierno del PP sostenido en una abstención de IU. ¿Las circunstancias de estas elecciones [las andaluzas y asturianas] cambian esa situación? Ya veremos. Que Guillermo cree que hay que hacer un pacto de esta naturaleza lo ha dicho en varias ocasiones, y yo estoy de acuerdo con él”, remató el secretario general.
Fuentes del PSOE confirmaron que el debate sobre Extremadura se puso sobre la mesa de la comisión permanente, aunque insisten en que la competencia para intentar abrir esa negociación con IU, si es que se produce, será de la federación extremeña.
Desde la dirección federal de IU aseguraron que no ha habido contacto con el PSOE para hablar de Extremadura tras conocerse los resultados de Andalucía y Asturias, informa Natalia Junquera. “Lo de Extremadura es agua pasada”, se limitó a responder el coordinador federal, Cayo Lara, cuando se le preguntó si él cree que la salida “estable, normal y lógica” es que PSOE e IU pacten un “Gobierno en común”.
El coordinador regional de IU en Extremadura, Pedro Escobar, señaló que a él no le llamó ayer ni Fernández Vara ni nadie del PSOE, y tampoco Lara ni ningún dirigente de IU. Escobar expresó su “respeto” a IU de Andalucía tanto si decide pactar con el PSOE como si no —porque, subrayó, tanto derecho tiene IU a pactar con los socialistas “como a no pactar”—, y añadió: “En este momento nosotros no nos planteamos un cambio de la situación en Extremadura. Aunque sabemos que es probable que la cuestión salga en próximas reuniones de nuestra dirección, y entonces ya hablaremos”.
Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011, Fernández Vara y Escobar mantuvieron varias reuniones, unas oficiales y otras secretas, que finalmente no dieron ningún fruto: IU, tras consultar a su militancia, acabó rechazando un pacto con el PSOE y absteniéndose en la investidura, dando así el Gobierno al PP (la fuerza más votada). En algunas de esas reuniones secretas surgió la propuesta —ninguna de las dos partes admitió su autoría— de dejar gobernar durante unos meses al PP pero pactar más adelante una moción de censura. Guillermo Fernández Vara rechazó esa posibilidad porque podría traer la “inestabilidad” en la región, según confirmaron fuentes del entorno de ambos dirigentes.
Si ahora PSOE e IU se pusieran de acuerdo y Monago se viera en una situación de vulnerabilidad, podría disolver el Parlamento regional y convocar elecciones (a partir de abril está autorizado, porque habrá pasado un año de la última disolución); aunque no podría hacerlo si ya estuviera “en trámite” la moción de censura, según el Estatuto de Extremadura.
En cuanto a Andalucía y Asturias, Rubalcaba adelantó que, aunque la política de pactos depende del comité federal, él ha dado “manos libres” al andaluz José Antonio Griñán y al asturiano Javier Fernández para que decidan sobre los acuerdos poselectorales en la búsqueda de opciones de Gobierno. Por eso no respondió a si en Andalucía el PSOE prefiere que IU entre en el Ejecutivo o no, o si en Asturias estaría dispuesto a negociar con el PP en caso de que los populares no pactaran con Foro.
“El PSOE puede gobernar en ambas comunidades, y el PP tiene muy difícil gobernar en las dos. Eso es lo que se estaba votando en estas elecciones. El 20-N cerró un ciclo político, y ahora se abre otro”, subrayó Rubalcaba. El PSOE ha dejado de ser, por primera vez, la fuerza más votada en Andalucía, e incluso pierde votos respecto a las generales del 20-N (aunque muchos menos que el PP, y en unos comicios con alta abstención); pero sube en porcentaje y, sobre todo, ha derrotado a las encuestas. Recibe una bocanada de oxígeno en un momento crítico. “Estamos muy satisfechos”, resumió Rubalcaba. “Los ciudadanos le han dicho a Mariano Rajoy: ‘por aquí, no”.
Fuente: El País.
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