Así solía oir hablar de quienes criticaban algunas cuestiones sin demasiado interés por resolverlas, como de pasada. Y esa es la sensación que me ha dado la forma en que han tratado este año en el Ayuntamiento de Jimena un punto que afecta a todas las familias de la localidad: el Impuesto de Bienes Inmuebles.
Desde que en el 2.007 se realizara una revisión colectiva, en pleno áuge de la burbuja inmobiliaria, hay que esperar un mínimo de cinco años para solicitar una revisión extraordinaria (ya están tardando, que pensarán algunos), y mientras tanto ir abonando los recibos que cada año llegarán, con un incremento del 10% durante los diez años siguientes.
Hasta la fecha, dado que el índice del IBI en Jimena era de los más altos de la comarca, cada año se hacía un informe sobre cuánto se debía rebajar para que no se notara demasiado en el bolsillo de los contribuyentes. Este años sin embargo, en época de apuros económicos para todos, la institución local no hará rebaja alguna con lo que la subida par ael año próximo debería ser del 10% que marca la norma.
Puede que los gobernantes pensaran que los contribuyentes debía apretarse el cinturón y no perder así algunos ingresos extra del año que viene, puede que pensaran que hay poco margen para la bajada, ya que sólo pueden reducirlo a estas alturas un 0,034 más, pero si le preguntan al vecino de a pie probablemente pensara… “pues algo es algo, que con lo que pago todos los años ya me viene grande”. La oposición por su parte puede haber pensado en echar la culpa al gobierno cuando se produzca el “catastrazo 2.012″, pero vista la nueva composición del Pleno, donde no hay mayorías absolutas, no hubiera sido demasiado difícil rebajar el impuesto si se hubiera querido.
Hubo al parecer ruegos en el último pleno para que se bajara, pero eso es, como digo, hablar con la boca pequeña, porque de todos es sabido que un ruego no implica lo mismo que una moción, y sólo ésta con el apoyo de la mayoría de los grupos sería capaz de reducir, aunque fuera poco, el recibo que vendrá el año que viene a los vecinos.
Sea de la forma que sea, a las alturas que estamos de año, parece evidente que no habrá rebaja para el 2.012, no hay tiempo material ya, así que quedará confiar en que el año que viene tengan en cuenta que las familia también pasan apuros económicos y procuren acelerar una revisión extraordinaria de valores lo antes posible.
Desde que en el 2.007 se realizara una revisión colectiva, en pleno áuge de la burbuja inmobiliaria, hay que esperar un mínimo de cinco años para solicitar una revisión extraordinaria (ya están tardando, que pensarán algunos), y mientras tanto ir abonando los recibos que cada año llegarán, con un incremento del 10% durante los diez años siguientes.
J.A. Vazquez
Hasta la fecha, dado que el índice del IBI en Jimena era de los más altos de la comarca, cada año se hacía un informe sobre cuánto se debía rebajar para que no se notara demasiado en el bolsillo de los contribuyentes. Este años sin embargo, en época de apuros económicos para todos, la institución local no hará rebaja alguna con lo que la subida par ael año próximo debería ser del 10% que marca la norma.
Puede que los gobernantes pensaran que los contribuyentes debía apretarse el cinturón y no perder así algunos ingresos extra del año que viene, puede que pensaran que hay poco margen para la bajada, ya que sólo pueden reducirlo a estas alturas un 0,034 más, pero si le preguntan al vecino de a pie probablemente pensara… “pues algo es algo, que con lo que pago todos los años ya me viene grande”. La oposición por su parte puede haber pensado en echar la culpa al gobierno cuando se produzca el “catastrazo 2.012″, pero vista la nueva composición del Pleno, donde no hay mayorías absolutas, no hubiera sido demasiado difícil rebajar el impuesto si se hubiera querido.
Hubo al parecer ruegos en el último pleno para que se bajara, pero eso es, como digo, hablar con la boca pequeña, porque de todos es sabido que un ruego no implica lo mismo que una moción, y sólo ésta con el apoyo de la mayoría de los grupos sería capaz de reducir, aunque fuera poco, el recibo que vendrá el año que viene a los vecinos.
Sea de la forma que sea, a las alturas que estamos de año, parece evidente que no habrá rebaja para el 2.012, no hay tiempo material ya, así que quedará confiar en que el año que viene tengan en cuenta que las familia también pasan apuros económicos y procuren acelerar una revisión extraordinaria de valores lo antes posible.
leido y publicado con anterioridad por tiojimeno.
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