En la conocida obra de ficción de Aldous Huxley "Un Mundo Feliz", basada ya incluso en una novela de William Schakespeare, el autor anticipa el desarrollo de la biotecnologia reproductiva, cultivos humanos, y técnicas de manipulación de la mente humana que, combinadas, cambian radicalmente el mundo. La guerra, la pobreza, el crimen, han sido totalmente erradicados y la humanidad es permanentemente feliz. Sin embargo, dicha "felicidad" se ha alcanzado por medios de prácticas eugenésicas (selección de la especie humana), y tras eliminar muchos otros aspectos de nuestra felicidad vital: la familia, la diversidad cultural, la música, el arte, la ciencia, la literatura, la educación, la religión, la filosofía, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, las libertades sociales y fundamentales, la seducción, el enamoramiento. En la inhibición de la expresión emocional, sin afecto ni amor, prevalece un básico e institivo deseo sexual pasajero, que se consuma con una enorme apatía. Caso de que algún ciudadado tuviese algún atisbo de malestar, se le proveerá de inmediato de una droga que le revierte a su estado de felicidad. El objetivo fundamental de ese mundo "sin alma", es crear una sociedad homogénea de alta tecnología, donde todos sus miembros son bien entrenados para ser buenos y fieles consumidores, con el fín de fortalecer la economía. Todo ello, claro está, perfectamente planificado y organizado por la "Casta Superior", que los domina y los determina, lo que hoy podríamos llamar: "LOS AMOS DEL MUNDO".