Se acerca el fin de 2012 y es algo común pensar en el próximo año.
Todas las personas hacemos balance de este año y nos proponemos nuevos
retos para el próximo. Los que llevamos Andalucía en nuestro corazón no
podemos dejar pasar esta ocasión para reflexionar en voz alta sobre el
estado de nuestra nación.
Andalucía sufre. Sufren las miles de familias desahuciadas que han
perdido su casa. No hay nada más inhumano que desalojar a una familia de
su hogar. Y todo para alimentar la voracidad insaciable de unos
banqueros sin escrúpulos. Sufre el millón y medio de personas sin
empleo. Tener unas manos para trabajar; tener una carrera terminada;
disponer de tu capacidad tanto manual como intelectual y no encontrar un
trabajo digno es deprimente para cientos de miles de personas, pero lo
es aún más para nuestra sociedad. Porque estamos desperdiciando el
talento colectivo de nuestra tierra e hipotecando su futuro. Andalucía
no se merece este atropello a nuestra dignidad colectiva.
Sufre Andalucía cuando la patronal aprovechando el drama del paro
masivo aprieta a la baja los salarios y las condiciones de trabajo de
los afortunados y afortunadas que aún tienen el privilegio de tener un
empleo. Sufre Andalucía cuando ve como nuestra juventud abandona nuestra
tierra para buscarse la vida fuera como antes hicieron sus padres y
abuelos. Sufre Andalucía cuando se recorta el presupuesto en salud,
educación, dependencia y servicios sociales. Sufre Andalucía al ver su
soberanía pisoteada por bases extranjeras que llevan muerte y
destrucción a otros pueblos.
Se ríen de los andaluces y andaluzas cuando no se ha sido capaz de
depurar las responsabilidades políticas de la corrupción de los ERE's.
Se ríen cuando han dilapidado nuestro ahorro privatizando y malvendiendo
las cajas a intereses foráneos. Se ríen, una y otra vez, cuando las
promesas nacen rotas y ni siquiera intentan disimilar.
En Andalucía hemos sufrido un saqueo, planificado desde Bruselas, que
ha sido llevado a cabo por el régimen y sus gobiernos de turno, tanto
en La Moncloa como en San Telmo. Mientras nos embaucaban con el boom
especulativo de la construcción, se dedicaron a desmantelar nuestra
pesca, nos dejaron sin industria, atacaron la economía social,
construyendo este presente incierto. Eso sí, continuaron y continúan
regalando primas millonarias a los grandes terratenientes que nunca
hicieron nada por esta tierra. Nos han planificado el desastre que hoy
vivimos y el sufrimiento que hoy sentimos.
Pero somos una nación, un pueblo. Desde Tartessos a Al-Andalus
pasando por la Bética romana, Andalucía ha marcado su singularidad y
siempre ha sabido superar las dificultades. Ahora no podemos huir de
nuestra responsabilidad histórica.
Contra el mal gobierno, es justo rebelarse. Y el 28 de febrero
debemos ser muchos los andaluces y andaluzas que salgamos a la calle a
decir basta ya; basta de recortes, vengan de donde de vengan; basta de
corrupción; basta de sumisión a los mercados; basta de represión; basta
de engaños... Andalucía debe levantarse, con firmeza y audacia, para
ganar su futuro.
Como la historia ha demostrado cuando un pueblo se levanta con
decisión no hay gobierno que pueda pararle. Y cuando los gobiernos no
escuchan la voz de su pueblo, cuando sólo tienen miradas y atenciones
para los ricos, cuando incumplen reiteradamente sus promesas... han
perdido su legitimidad.
Al pueblo andaluz, le deseo fuerza y rebeldía, nos vemos en la lucha.
Diego Cañamero