Las víctimas en la fiesta de Halloween que se celebró ayer en el
Madrid Arena se eleva ya a cuatro fallecidas. Tres chicas de entre 18 y
25 años de edad murieron aplastadas por la avalancha y una cuarta, que
había sido trasladada al hospital Doce de Octubre, ha muerto este
mediodía. Otra chica permanece ingresada en estado grave en la Fundación
Jiménez Díaz.
Una bengala pudo haber sido "al parecer" el detonante de la avalancha, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Las fallecidas presentaban un traumatismo torácico "compatible con aplastamiento",
según el jefe de servicio del SAMUR, Fernando Prados. Prados declaró a
los periodistas a las puertas del recinto que las cinco víctimas se
encontraban en un pasillo del
Madrid Arena cuando ocurrió la tragedia, aunque posteriormente fueron
trasladadas a distintas zonas del local e incluso al exterior del mismo
para ser atendidas.
El portavoz del Samur ha recordado que sobre las cuatro de la madrugada
se había recibido una llamada alertando de que varias personas se
encontraban inconscientes en el interior del Madrid Arena. A la llegada
de los primeros efectivos sanitarios confirmaron que cinco mujeres de
entre 18 y 25 años presentaban parada cardiorrespiratoria por traumatismo torácico. Tras los intentos de reanimación, dos de ellas murieron en el lugar, una tercera falleció al llegar al Hospital Clínico.
La fiesta continuó mientras atendían a las chicas para no provocar alarma entre los asistentes
Para el evento no se había dispuesto la participación de unidades del Samur
como ocurre otras veces en convocatorias masivas, ya que se trataba de
una fiesta privada en un recinto con servicio médico propio. Fernando
Prados ha explicado que los equipos sanitarios desplazados han trabajado
en colaboración con los servicios médicos que había en la sala, entre
los que se encontraban varios enfermeros que conocían las maniobras de
reanimación.
La fiesta continuó mientras atendían a las chicas
para no provocar alarma entre los asistentes. De hecho, los
organizadores fueron bajando la música de forma gradual para que los
jóvenes abandonaran paulatinamente la fiesta y favorecer así el desalojo
ordenado de la sala, que concluyó en torno a las 06:30 horas.
La sala, cuya capacidad máxima es de unas 10.000 personas,
fue desalojada por la Policía "con total normalidad, lentamente, y sin
ningún tipo de incidente de orden público", añaden fuentes de la
Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Según testimonios que
acudieron a la fiesta, había un tapón humano en la única salida, porque
todas las demás estaban precintadas. Sin embargo, la empresa municipal
Madrid Espacios y Congresos, propietaria de Madrid Arena, ha asegurado
que "no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto", que se utilizaron "con normalidad" tras el evento, y que no hubo exceso de aforo.
"Queremos
dejar claro desde el primer momento, ante algunas informaciones que se
están difundiendo, que el lamentable suceso ha tenido lugar por causas ajenas a la infraestructura, condiciones y seguridad del recinto",
explica la empresa en un comunicado. De hecho, detalla que cuando una
empresa contrata el recinto "en dicha relación contractual, como en
todas las que lleva a cabo Madrid Espacios y Congresos, se contempla que
todo lo que tiene que ver con permisos, seguros y condiciones de
celebración del evento son responsabilidad exclusiva del cliente".
La empresa afirma que "no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto"
"Antes
de la celebración, Madrid Espacios y Congresos verifica el cumplimiento
de los requisitos necesarios para su celebración; también se hizo en
este caso, donde se comprobó que contaba con los requisitos legales y
técnicos necesarios para celebrar un evento de estas características",
agrega. En este sentido, el comunicado especifica que antes de la
apertura de puertas, los técnicos de Madrid Espacios y Congresos, del
organizador del evento (Diviertt S.L.) y el representante de la
Delegación de Gobierno asignado al efecto "realizaron la visita de
inspección oportuna por la instalación y solicitaron la documentación
pertinente, de la que todos guardan la copia correspondiente".
Esta
mañana, a las puertas del Madrid Arena permanecen varios coches de la
Policía Nacional y la entrada al recinto está custodiada por un agente
de seguridad que impide el acceso a cualquier persona ajena a la
investigación. Varios operarios, desplazados para desmontar las
instalaciones de la fiesta, salieron del recinto en torno a las 08.30
horas y afirmaron desconocer lo sucedido en el interior horas antes.
En el Madrid Arena, la empresa Diviertt celebraba la noche de Halloween, que ofrecía, por 25 euros, la fiesta Thriller Music Park
en una "atmósfera tétrica y divertida conseguida gracias a los efectos
visuales y sonoros" con algunos conocidos pinchadiscos, según la página
web de Madrid Espacios y Congresos. La organización sugería disfraces
inspirados en el vídeo de Thriller,
de Michael Jackson, y anunciaba como estrella de la fiesta a Steve
Auki, a quien describe como "inclasificable artista" de música
electrónica, y Julien Leik, Autoerotique, Army of the Universe y Ed is
Dead.
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