La historia sonrojaría a cualquiera que le hubiesen descubierto el
“pastel” pero tratándose del rey Juan Carlos ya nada extraña. Dos
sobrinos suyos, Bruno Gómez Acebo y Marcos Gómez Acebo, han tenido que
pasar por el juzgado porque 1200 perjudicados reclaman que devuelvan una
comsión de 1,5 millones de euros, ya que fueron estafadas por
Comercializadora Peninsular de Viviendas (CPV), una cooperativa en
quiebra e intervenida judicialmente que estafó a más de 1.200 familias
madrileñas, y cuyos promotores están en la cárcel.
Los síndicos de la quiebra, encargados de recuperar los casi 30
millones de euros estafados por CPV para repartirlos entre los
acreedores de la sociedad, reclamaron a Bruno y Marcos Gómez Acebo que
devolviesen los 1,5 millones de euros cobrados en concepto de comisión y
pasaran a engrosar la lista de acreedores. Ante la negativa de éstos a
reintegrar esa cantidad, los síndicos presentaron
una demanda de retroacción contra los sobrinos de Don Juan Carlos, que
se sentarán hoy en el banquillo del Juzgado de Primera Instancia número
17 de Madrid. La confianza del rey en Bruno es tal que toda la familia
real asistió a su enlace matrimonial.
El chalé Villa Giralda, bautizado así en honor a la
residencia que Don Juan de Borbón, su
esposa, Doña María de las Mercedes, y sus hijos ocuparon durante
suexilio en Estoril (Portugal) el siglo pasado, fue vendido en febrero
de 2002 por el Rey y sus hermanas a CPV por 2,7 millones de euros, que
se repartieron entre los tres a partes iguales. El chalé, enclavado en
la exclusiva urbanización madrileña Puerta de Hierro y hoy demolido,
ocupaba una parcela de más de 4.200 metros cuadrados, y se componía de
dos plantas, semisótano y casa de servicio.
La escritura de compraventa fue firmada, en representación de Don
Juan Carlos y sus hermanas, por José Manuel Romero Moreno, conde de
Fontao y asesor legal del monarca, a quien los tres hermanos Borbón
habían otorgado en 2001 los correspondientes poderes notariales. El
conde de Fontao adquirió notoriedad pública este mismo año, cuando El Confidencial reveló que estaba desempeñando un papel de intermediación clave en el caso Urdangarín entre el Rey y su yerno, imputado por corrupción y a punto de sentarse también en el banquillo.
Fuentes jurídicas consultadas por El Confidencial aseguran
que la comisión cobrada por los sobrinos del Rey fue “desorbitada”, ya
que ambos se embolsaron 1,5 millones de euros por una operación de
compraventa de 2,7 millones. Es decir, más de un 55% sobre el monto
global, cuando lo habitual en estos casos es que la comisión de los
intermediarios no supere el 5%. Don Juan Carlos, por su parte, cobró
901.518,16 euros en un cheque nominal de Ibercaja, al igual que sus
hermanas Pilar y Margarita.
El juez, según las fuentes jurídicas consultadas, accedió a que el
juicio fuese a puerta cerrada con el fin de proteger su intimidad, dada
su condición de familiares del jefe del Estado. En el juicio prestarán
declaración los promotores de CPV, Francisco García Moreno y sus
hijos Francisco Javier y Miguel Ángel García Sánchez, que cumplen
condena en la prisión madrileña de Soto del Real por varios delitos de
estafa.
Otro miembro de la familia, Beltrán Gómez Acebo, cuarto hijo de la
infanta Pilar, se dedica con intensidad a su trabajo tras la separación
de la modelo Laura Ponte. Uno de los puntos donde ha intensificado su
presencia es Arabia Saudí, un país con monarquía y que históricamente
tiene buenas relaciones con España La presencia de Beltrán no ha pasado
inadvertida en Arabia Saudí, donde se ha divulgado el dato de que es
sobrino del rey de España, una ‘tarjeta’ que le está permitiendo moverse
con mucha soltura y frecuentar los más altos niveles sociales del país,
dado el aprecio que siempre ha mostrado la casa real saudí por don Juan
Carlos. Nacido en 1973, hijo de la infanta Pilar y de Luis Gómez Acebo,
en 2004 Beltrán contrajo matrimonio con la modelo Laura Ponte, un
enlace celebrado en La Granja, en la Colegiata del Real Sitio de San
Ildefonso, al que asistieron los reyes de España, los príncipes de
Asturias, los duques de Lugo, los duques de Palma y el príncipe Haakon
de Noruega. El matrimonio ha tenido dos hijos, Luis y Laura, pero días
antes del quinto aniversario de boda, anunciaron la separación.
También Fernando Gómez-Acebo fue noticia por las fotos publicadas en
la revista “Que me dices”, las cuales mostraban como empleaba una
tarjeta de aparcamiento para ‘prioridades reales’ mientras realizaba
unas compras por placer. Al sobrino de Juan Carlos se le podía ver en la
revista junto a su esposa, Mónica Martín Luque, visitando algunas
tiendas de moda y tomando el aperitivo después de dejar su vehículo
aparcado en un sitio prohibido: el carril bus. Para evitar una multa, la
pareja había había dejado un cartel en el parabrisas que indicaba:
“Prioridad oficial. Casa del Rey”.
Además, una de las instantáneas capturaba a Fernando sacando la
lengua a la cámara que le retrata. A su lado, su esposa sonríe. Lo más
curioso es que la Casa Real aseguró que el tarjetón utilizado por el
sobrino del Rey no tenía validez ya que no se correspondía con ninguno
de los elementos que son usados por dicha institución.
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