Ni la Revolución Francesa, ni las revoluciones europeas de 1820, 1830 y 1848, ni la Revolución Industrial. Con la ya denominada contrarreforma del ministro de Educación, José Ignacio Wert,
los adolescentes que elijan la rama de Ciencias después de 2º de ESO se
quedarán sin conocer -al menos, en la escuela- la Historia del Mundo
Contemporánea. Es decir, los alumnos de entre 13 y 16 años
-aproximadamente- no tendrán que conocer cómo transcurrieron las Guerras
Mundiales, los regímenes nazis de Hitler y Mussolini, ni tan siquiera
aspectos de la Historia más reciente como los atentados contra las
Torres Gemelas.
Así lo ha denunciado la plataforma Soy Pública, que ha analizado -punto por punto- el anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
El artículo 25 de dicha normativa establece las materias obligatorias
en 4º de ESO: Educación Física, Lengua y Literatura castellanas (y de la
lengua cooficial, si la hay), Matemáticas y una primera lengua
extranjera. "Ciencias Sociales, Geografía e Historia desaparece de las
materias obligatorias y no entra dentro de las optativas de oferta
exigida. Creemos que la intención es tapar la historia reciente
por ser la que mejor explica los conflictos actuales", opinan los
miembros de la plataforma. "El alumnado que decida ir por Ciencias
dejará de estudiar Historia después de 2º de la ESO (por lo que sólo
tendrán conocimientos históricos hasta el Barroco), y no volverá a
trabajarla hasta 2º de Bachillerato (donde sólo ven Historia de
España)", añaden en su informe.
El ministro quiere evitar "el contenido identitario" de algunas asignaturas
Además,
la asignatura de Conocimiento del Medio desaperece de la Educación
Primaria, "que era una de las reivindicaciones de la derecha, pues era
utilizado por los currículos autonómicos para dar relevancia al entorno
geográfico, demográfico y cultural de la propia autonomía", recuerda Soy
Pública. De hecho, antes de la polémica surgida estos días en torno a las palabras del ministro sobre "españolizar" a los catalanes, el propio Wert ya reconoció en una entrevista a Telecinco
que su intención era "evitar el contenido identitario" que en algunas
comunidades se da, a su parecer, en Historia o Geografía.
La que está a punto de convertirse en la séptima ley orgánica educativa de la democracia, unida al tijeretazo del 14,4% en los presupuestos del Ministerio, así como a otras medidas como el aumento de tasas universitarias, el recorte de becas, la polémica del tupper
y los despidos de interinos, ha provocado el enfado de la comunidad
educativa que, motivada por el Sindicato de Estudiantes (SE), irá a la huelga esta semana.
Desde hoy y hasta el próximo viernes, padres y alumnos protagonizarán distintas "jornadas de lucha" en todo el país y en todas las etapas -como ya ocurrió el pasado mayo-, "en defensa de la enseñanza pública", que incluyen huelgas de martes a jueves y una gran manifestación estatal los días 17 y 18,
esta última, además, promovida por las asociaciones de padres y madres
de alumnos (AMPAS), que no llevarán a sus hijos al colegio. ¿Los
motivos? Tanto el Sindicato de Estudiantes, como la plataforma Soy Pública, los tienen claros:
1. Ni reválida ni selectividad
"Todos
los estudiantes que hayan aprobado 1º y 2º de Bachillerato tienen
derecho a una plaza universitaria", reivindica el SE, liderado por su
secretario general.
La LOMCE sí ha eliminado la PAU (prueba de acceso a la universidad) -más conocida como selectividad-, pero también vuelve a las antiguas reválidas de los años 60.
La primera "evaluación" tendrá lugar al final de la etapa de Educación
Primaria y, "aunque no tendrá carácter eliminatorio, sí constará en el
expediente del alumno", lamentan desde Soy Pública. La siguiente prueba
será necesaria para obtener el título de graduado en Educación
Secundaria Obligatoria (ESO), antiguo Graduado Escolar. Si no la
superan, los alumnos que hayan aprobado los cursos de educación básica
sólo recibirán un "certificado de estudios cursados" que, como recuerdan
desde la plataforma, "no equivale al Graduado Escolar". Lo mismo ocurrirá tras finalizar el Bachillerato.
Estas
pruebas, que se realizarán a nivel nacional, se utilizarán "para poner
obstáculos a los alumnos, fomentar la competencia desigual entre centros
y zonas geográficas con diferente renta", aventura Soy Pública. "Las
pruebas de diagnóstico se pueden emplear para incorporar medidas
educativas donde haya problemas, pero el enfoque es de castigo a quien no cumpla el objetivo", justifica la plataforma.
2. Flexibilización de trayectorias
Asimismo,
la plataforma teme que la "flexibilización de trayectorias" estipulada
en la ley se utilice "para segregar a los alumnos". La LOMCE marca que
"el cuarto curso de la ESO tendrá un carácter orientador y se podrá
cursar para la iniciación al Bachillerato (enseñanzas académicas) o a la
Formación Profesional (enseñanzas aplicadas)". "Adelantar un año la
elección entre la vía académica y la profesional hace que los alumnos de familias con menor renta
se inclinen por esa opción", asegura el informe de Soy Pública. "Es
precisamente en los países donde se realiza esta segregación donde los
resultados son peores", añade.
"Preparar una prueba no es lo mismo que aprender"
Por
otro lado, quienes a los 15 años opten por el nuevo título de Formación
Profesional Básica, "reforzada" con la incorporación de "materias
instrumentales", se encontrarán con "cada vez menos plazas
y con una muy alta probabilidad de que sea de pago en breve". De
hecho, en algunas comunidades ya se paga entre 250 y 360 euros de tasas
en FP, denuncia el Sindicato de Estudiantes. La LOMCE también establece
que "las Administraciones públicas podrán concertar, con carácter preferente,
los ciclos de Formación Profesional Básica en los centros privados" y
"promover la especialización de los centros públicos de Bachillerato",
que también abre la puerta a que "el Bachillerato público sea algo
residual y sean los centros privados quienes lo impartan", advierte Soy Pública.
Por
otro lado, el refuerzo de "materias instrumentales" y la
"racionalización de la oferta educativa" prevista en la nueva normativa,
"pretende eliminar las asignaturas más creativas (así como el
Bachillerato de Artes) y enfocar el estudio a la superación de pruebas
externas que sólo valoran materias como Lengua y Matemáticas", explica la plataforma. "No olvidemos que preparar una prueba no es lo mismo que aprender", agrega.
3. El hijo del obrero, a la universidad
La comunidad educativa lleva tiempo denunciando
que la reforma del titular del ramo, Wert, expulsará del sistema a los
alumnos menos favorecidos. A todo lo explicado en el apartado de la
flexibilidad de trayectorias se une también el incremento de las tasas en las universidades y el recorte de becas tanto en la enseñanza superior como en otras etapas, como es el caso de las becas de comedor.
En
cuanto a la enseñanza superior, el Sindicato de Estudiantes llama a la
huelga para protestar por el encarecimiento de las matrículas y "por la
retirada de los nuevos obstáculos
para que los hijos de los trabajadores accedan a las becas para el
estudio". No obstante, la nueva normativa da total poder a las
universidades para "fijar los procedimientos de admisión de alumnos",
siempre que éstos hayan obtenido el título de Bachiller. "Las
universidades eligen si hacer esta prueba de acceso (examen, entrevista,
etc.), pero este punto, seguramente, viene acompañado de medidas que
les obligan a obtener resultados, o a los alumnos a abandonar en caso de
fallar en varias asignaturas", avanza Soy Pública.
4. No a los despidos de profesores
El Sindicato de Estudiantes se une, con este reclamo, a una de las peticiones más insistentes de la marea verde que, liderada por los principales sindicatos educativos (FETE-UGT, FE-CCOO, STES, ANPE y C-SIF), lleva más de un año protestando
en las calles de toda España. "Por la readmisión inmediata de los más
de 49.000 docentes que el PP ha despedido este inicio de curso", animan
los representantes del alumnado.
Según el SE, más de 49.000 docentes han sido despedidos este curso
En
efecto, la LOMCE no hace sino agravar esta situación, ya que deja en
manos de los directores de los centros la posibilidad de elegir al
profesorado (y también al alumnado). "El director del centro dispondrá de autonomía
para adaptar los recursos humanos a las necesidades derivadas de los
mismos", reza el anteproyecto. "El director establece los méritos para
los puestos de personal funcionario y puede rechazar interinos
procedentes de las listas", con lo que "el profesorado comienza a ser
tratado como mera mercancía, siendo muchos colocados a dedo, rompiendo
el principio de igualdad y no respetando las especialidades ni etapas que les corresponden", denuncia Soy Pública.
Con
la reforma legal, el Consejo Escolar deja de ser un órgano de decisión,
para ser un órgano consultivo, una medida que "choca con el discurso
reiterado sobre la libertad de elección de los padres",
argumenta la plataforma. Además, a la hora de elegir al director del
centro que tendrá toda esa responsabilidad y privilegios "desaparece el
Consejo Escolar para que sea la comunidad quien elige al director, con
lo que se reduce el grado de democracia en los centros", añaden, en su
lectura del artículo 133 de la ley.
5. No al paro juvenil
Ante los cada vez más alarmantes datos sobre el porcentaje de población menor de 25 años
que hace cola en la puertas del INEM, el Sindicato de Estudiantes
solicita "un subsidio de desempleo para todos hasta encontrar un puesto
de trabajo". Su secretario general, Tohil Delgado, ha repetido en numerosas ocasiones que los jóvenes no son ni-nis. "Lo que ocurre es que ni nos dejan trabajar ni nos dejan estudiar", denuncia.
Aunque no parece que el Gobierno vaya a cumplir los deseos del SE,
José Ignacio Wert [en la imagen, de archivo, de EFE] ha hecho del
fomento de la Formación Profesional su bandera para luchar contra el
desempleo juvenil. Por ello ha reformado el sistema, para adaptar la
educación profesional "a los requerimientos de los diferentes sectores
productivos". Así, según la LOMCE, pretende "la imbricación de las
empresas en el proceso formativo y la búsqueda de un acercamiento a países de nuestro entorno con niveles mucho menores de desempleo juvenil".
"Con
el desmantelamiento del sector industrial español, con la apertura a la
salida y deslocalización de empresas y con la Reforma Laboral, que
premia el despido y devalúa la mano de obra, ¿de qué sectores
productivos habla?", se pregunta, por su parte, la plataforma Soy
Pública en su informe, que apunta a que esta medida "se trata de bajar
aún más el precio de la mano de obra al incluir a los estudiantes de FP
en el entorno de las empresas, donde serán empleados sin salario".
6. Los recortes, para los banqueros
4.000 millones de euros. Esa es la cantidad que el Gobierno de Mariano Rajoy ha recortado en Educación
desde que ganó las elecciones. Y contra este tijeretazo, los
sindicatos se han levantado para advertir de las graves consecuencias
que se derivarán de no invertir en el sector. "La educación no es gasto,
es inversión", reclaman en cada manifestación.
La LOMCE avala la financiación a centros que segregan por sexo
A
pesar de ello, Wert no sólo no ha evitado recortar en la escuela
pública, sino que define la educación como un elemento "mercantilista y
utilitarista" y, con la LOMCE -explica Soy Pública-, convierte a los centros en empresas, a los directores en gestores y a profesores y alumnos en mercancía.
Asimismo,
continúa favoreciendo los conciertos en las etapas educativas de
Formación Profesional Básica y Bachillerato y financia, pese a que el
Tribunal Supremo ha dictaminado en contra, los colegios que segregan por sexo.
Por todo ello, la huelga convocada para los próximos días sigue estando motivada por la misma reclamación general de todas las mareas verdes. Lo que quiere la comunidad educativa, y así lo seguirá pidiendo en las calles -anuncian-, es conseguir "una educación pública de calidad, de tod@s, para tod@s"
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