martes, 16 de octubre de 2012

IU Andalucía traga con el pacto para cumplir el déficit suscrito por Griñán.

 

El futuro del Gobierno de coalición de Andalucía dependerá más de la posibilidad de aprobar unos Presupuestos “decentes” para el próximo año, que de las desavenencias entre PSOE e Izquierda Unida, socios en la Junta de Andalucía, a la hora de aceptar de grado o por fuerza la contención del déficit que José Antonio Griñán aceptó el martes en la V Conferencia de Presidentes.
Diego Valderas, el coordinador regional de Izquierda Unida y vicepresidente de la Junta, prefiere enviar balones fuera antes de mostrarse desleal con los compromisos internos adquiridos con los socialistas.
Incluso a pesar de los problemas que puede granjearle este asunto cuando no parece claro su futuro como líder de la federación andaluza y existe un segmento interno, tanto los próximos a posiciones tradicionales del PCE como al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que no están contentos con el bipartito y los recortes que se ha visto obligado a llevar a efecto.

Batalla simbólica

Así, Valderas hizo pública hoy su postura: Izquierda Unida de Andalucía acometerá una ofensiva institucional para que la controvertida relajación del límite de déficit del 0,7% para las comunidades autónomas se haga ya efectiva en 2013 y no en 2014 como inicialmente está previsto.
Será una batalla probablemente simbólica, centrada en las instituciones en donde tiene presencia, sobre todo municipios y diputaciones, a la manera que hace treinta y dos años se reclamó la autonomía plena para la comunidad. Sin embargo, en aquel momento, la convergencia de toda la izquierda hizo posible el aislamiento de UCD y de Alianza Popular. Hoy, sólo podría llevar a cabo dichos planes si contara con el respaldo del PSOE.
"La gente está cansada de austeridad y de recortes y el Gobierno central tiene que ponerse definitivamente al lado del pueblo que lo pasa mal", afirma Valderas, que no renuncia a la posibilidad de poder afrontar la redacción de unos Presupuestos andaluces que sean “decentes” que afronten la situación de “auténtica emergencia social” que ahora se vive y que permitan afrontar los compromisos programáticos que hicieron posible la alianza.

Corta en empleo y crecimiento

En caso contrario, según afirman algunos responsables de Izquierda Unida en Andalucía, no sólo estaría en peligro el mantenimiento de dicha alianza bajo los actuales postulados, sino que presumiblemente no podría evitarse la convocatoria de elecciones anticipadas en la comunidad autónoma.
A Valderas no le gustó demasiado el resultado de la Conferencia de Presidentes, ya que desde su punto de vista se quedó especialmente corta en materia de fomento al empleo y crecimiento económico. La federación entiende que los Presupuestos perjudican doblemente a Andalucía, como recientemente hizo ver el andaluz José Luis Centella, a la sazón secretario general del PCE, dado que la limitación actual del déficit "anula sus posibilidades de endeudamiento hasta límites insoportables". Tampoco podría manterse un nivel adecuado de “inversiones y gastos” como el que, a su juicio, necesita especialmente Andalucía para combatir el nivel de paro que sufre y que se encuentra muy por encima de la media del Estado.
Valderas, sin embargo, no agotará los cartuchos y reclamará el cumplimiento del Estatuto de Autonomía en materia de inversiones y la reclamación del montante de la deuda del Estado con Andalucía, dos aspectos que, por mandato estatutario, guardan relación directa con la población andaluza y que el Ejecutivo central ya ha incumplido en las actuales cuentas.

Griñán y la redistribución del déficit

Se trataría, en ese caso, de que los próximos Presupuestos Generales del Estado asignaran a Andalucía el 17,8% de la inversión territorializada a escala estatal, como establece la disposición adicional tercera de su nuevo estatuto autonómico, de 2006 y pactado por PSOE, PP e IU. De momento, sus críticas se dirigen desde luego al Partido Popular y a su presidente en Andalucía, el alcalde de Sevilla, José Ignacio Zoido. El líder de Izquierda Unida les reclama que se mojen por su tierra y sumarse a la reclamación del Gobierno autonómico.
De hecho, el PSOE también comparte este discurso y sus principales referentes andaluces remacharon durante las últimas horas que el presidente de la Junta no renunció en ningún momento en la conferencia del martes a que el Gobierno central acepte una redistribución de los objetivos de déficit para el próximo año, del 1,5% del presupuesto en vigor al 0,7%, ya que la carga se centra en las comunidades autonómicas que son quienes prestan los principales servicios sociales y que, sin embargo, no pueden contraer en su conjunto un déficit superior a 15.000 millones este año cuando el de la Administración del Estado se fija en 40.000 millones. El escenario para dicho pulso podría situarse en una próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

 

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