Diego Valderas, el coordinador regional de Izquierda Unida y vicepresidente de la Junta, prefiere enviar balones fuera antes de mostrarse desleal con los compromisos internos adquiridos con los socialistas.
Batalla simbólica
Será una batalla probablemente simbólica, centrada en las instituciones en donde tiene presencia, sobre todo municipios y diputaciones, a la manera que hace treinta y dos años se reclamó la autonomía plena para la comunidad. Sin embargo, en aquel momento, la convergencia de toda la izquierda hizo posible el aislamiento de UCD y de Alianza Popular. Hoy, sólo podría llevar a cabo dichos planes si contara con el respaldo del PSOE.
"La gente está cansada de austeridad y de recortes y el Gobierno central tiene que ponerse definitivamente al lado del pueblo que lo pasa mal", afirma Valderas, que no renuncia a la posibilidad de poder afrontar la redacción de unos Presupuestos andaluces que sean “decentes” que afronten la situación de “auténtica emergencia social” que ahora se vive y que permitan afrontar los compromisos programáticos que hicieron posible la alianza.
Corta en empleo y crecimiento
En caso contrario, según afirman algunos responsables de Izquierda Unida en Andalucía, no sólo estaría en peligro el mantenimiento de dicha alianza bajo los actuales postulados, sino que presumiblemente no podría evitarse la convocatoria de elecciones anticipadas en la comunidad autónoma.
A Valderas no le gustó demasiado el resultado de la Conferencia de Presidentes, ya que desde su punto de vista se quedó especialmente corta en materia de fomento al empleo y crecimiento económico. La federación entiende que los Presupuestos perjudican doblemente a Andalucía, como recientemente hizo ver el andaluz José Luis Centella, a la sazón secretario general del PCE, dado que la limitación actual del déficit "anula sus posibilidades de endeudamiento hasta límites insoportables". Tampoco podría manterse un nivel adecuado de “inversiones y gastos” como el que, a su juicio, necesita especialmente Andalucía para combatir el nivel de paro que sufre y que se encuentra muy por encima de la media del Estado.
Valderas, sin embargo, no agotará los cartuchos y reclamará el cumplimiento del Estatuto de Autonomía en materia de inversiones y la reclamación del montante de la deuda del Estado con Andalucía, dos aspectos que, por mandato estatutario, guardan relación directa con la población andaluza y que el Ejecutivo central ya ha incumplido en las actuales cuentas.
Griñán y la redistribución del déficit
Se trataría, en ese caso, de que los próximos Presupuestos Generales del Estado asignaran a Andalucía el 17,8% de la inversión territorializada a escala estatal, como establece la disposición adicional tercera de su nuevo estatuto autonómico, de 2006 y pactado por PSOE, PP e IU. De momento, sus críticas se dirigen desde luego al Partido Popular y a su presidente en Andalucía, el alcalde de Sevilla, José Ignacio Zoido. El líder de Izquierda Unida les reclama que se mojen por su tierra y sumarse a la reclamación del Gobierno autonómico.
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