Cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones, en noviembre de 2011, los
inversores extranjeros tenían en sus carteras 298.133 millones de euros
de deuda pública española. Según los últimos datos de la Secretaría
General del Tesoro y Política Financiera, esa cantidad se ha reducido
hasta 194.573 millones de euros a 31 de julio pasado. Eso significa que
estos inversores foráneos han vendido 103.560 millones de euros en deuda
española, cifra que bate un record histórico de salidas de fondos y que
sólo puede explicarse por una pérdida de confianza en las medidas del
Gobierno del PP.
Desconfianza mes a mes
El descenso se ha producido en forma de goteo, desde que Mariano Rajoy ganara las elecciones, de forma que no ha habido ni un solo mes en el que la inversión extranjera en deuda española haya aumentado o al menos se haya mantenido. La mayor caída se produjo en febrero, tras la primera oleada de reformas del Gobierno del PP, mes en el que el saldo de letras, bonos y obligaciones del Estado español en manos de residentes no españoles se redujo en casi 25.000 millones de euros (24.832 millones exactamente), lo cual ya era un récord histórico en toda línea. Nunca se había producido un descenso de ese calibre ni siquiera en un año completo.
Aumento de deuda
Hasta ahora, la mayor caída registrada antes de la llegada de Rajoy a La Moncloa se había producido en 2007, año en el que comienza la crisis financiera, y que dejó tras de sí la salida de 6.821 millones de euros de deuda española de la cartera de los inversores extranjeros. La cifra, sin embargo, no es comparable con las que se registran en estos últimos meses, ya que en 2007, con el Gobierno socialista en el poder, la deuda pública total del Estado español se redujo en 2.700 millones de euros. Por el contrario, desde que gobierna el PP (de noviembre de 2011 a 31 de julio pasado) la deuda ha pasado de 543.865 a 570.691 millones de euros, lo que supone un incremento de 26.826 millones de euros.
112 millones diarios
Esto quiere decir que, sin contar los nuevos fondos aportados por el Estado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ni la parte que finalmente asumirá el Estado de los créditos que el ICO ha dado a ayuntamientos y comunidades autónomas para pagar facturas, el endeudamiento estatal español ha crecido con Rajoy en La Moncloa a un ritmo de 112 millones de euros diarios desde noviembre de 2011. Si se tiene en cuenta que por cada cien millones de euros de nuevo endeudamiento el Estado paga una media de 4,1 millones de euros anuales en intereses, quiere decir que el nuevo Ejecutivo ha cargado ya las cuentas públicas de los próximos años en 1.100 millones de euros para cada ejercicio, cantidad que irá en aumento cuando se sumen las cantidades destinadas al saneamiento bancario y los 2.000 millones anuales que asumirá el Estado por los intereses de la deuda con las eléctricas.
La herencia ya no vale
Durante los últimos dos años del Gobierno socialista en el poder el aumento del endeudamiento del Estado fue muy similar al que ahora realiza el PP. En el caso del Ejecutivo del PSOE la necesidad de emitir más deuda vino motivada por un incremento del gasto en desempleo, la financiación del Plan E y la menor recaudación fiscal motivada por la crisis. El PP, entonces en la oposición, argumentaba que ese incremento exponencial del endeudamiento suponía un nudo para el progreso futuro de España y se comprometió a invertir la tendencia, cosa que no sólo no ha hecho, sino que es posible que aumente a mayor ritmo que con los antecesores y per, por tanto, que quienes dejaron la famosa “herencia recibida”.
Los fondos también se van
Este importante aumento de la deuda emitida por el Estado español, unido a la imposibilidad de reducir los tipos de interés, debido a las tensiones que provoca en parte la propia indefinición del Gobierno de Rajoy, ha terminado por quebrar en una parte importante la confianza de los inversores extranjeros, pero también la de los nacionales. La inversión de particulares en la deuda pública española no ha sido nunca muy alta. Casi todos los españoles que tienen títulos del Estado los han comprado a través de inversiones gestionadas por bancos o fondos de inversión. Pero las cifras también delatan una caída en la confianza. La cartera de particulares ha caído de 6.400 a 5.800 millones de euros, mientras que la de los fondos ha pasado de 34.400 a 32.300 millones de euros.
La banca gana
Hasta ahora, esta salida de extranjeros y la reticencia de los particulares y los fondos a comprar deuda estatal ha sido compensada por la entrada masiva de los bancos. Las líneas de liquidez otorgadas por el Banco Central Europeo, que da dinero a la banca de la zona euro en préstamos de hasta tres años al 1% de interés, han sido utilizadas por las entidades financieras españolas para hacerse con 114.000 millones de euros adicionales en su cartea de letras, bonos y obligaciones del Estado.
Peor que con ZP
Ese tipo de inversión les permite ganar unos 3.000 millones de euros al año, para el conjunto del sistema financiero, sin riesgo y dejando sin financiación a familias y empresas, cosa que criticaba duramente el PP cuando estaba en la oposición. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en las dos legislaturas completas de Zapatero, los bancos y cajas españoles aumentaron su cartera de deuda del Estado en 67.000 millones de euros, menos de la mitad de lo que se ha incrementado en los ocho primeros meses de gobierno de Mariano Rajoy.
noticia de el plural .com
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