El ministro de Defensa, Pedro
Morenés, y el secretario de Defensa estadounidense, León Panetta,
firmarán en Bruselas la enmienda de protocolo al Convenio de Defensa
bilateral para autorizar el despliegue de cuatro destructores
estadounidenses en la base naval de Rota (Cádiz).
El despliegue formará parte del escudo
antimisiles que la Alianza Atlántica acordó poner en marcha en la cumbre
de Chicago con los primeros elementos del sistema para hacer frente a
la creciente amenaza de ataques con misiles de países como Irán y Corea
del Norte.
El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, previo acuerdo con el PP, anunció el pasado 5 de octubre en Bruselas junto a Panetta el acuerdo para el despliegue en Rota a partir de 2013 de los destructores, dotados con el sistema interceptor de misiles AEGIS, y 1.100 militares estadounidenses, aunque ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy el encargado de negociar las condiciones con la Administración de Barack Obama.
El Gobierno de Rajoy ha asegurado que el principal beneficio del despliegue de los destructores es el refuerzo de la seguridad, pero el acuerdo también puede suponer nuevos contratos de mantenimiento e implicará labores de adaptación de la base, que serán sufragadas por Estados Unidos y la OTAN "en su totalidad" y "sin costes" para España, según explicó el viernes la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. También apuntó al "activo importante" para "dinamizar el consumo privado y la actividad económica" que supondrá la presencia de los militares y sus familias.
El Gobierno de Zapatero calculó por su parte que la inversión estadounidense en nuevas infraestructuras para sus militares se elevaría a "entre cinco y seis millones de euros", un impacto socioeconómico por el coste de vivir en España de los 1.100 militares y sus familias, de unos 51 millones de euros anuales y otros 8,5 millones al año por la contratación de servicios, incluido de mantenimiento.
Panetta ya anunció en octubre que los destructores "apoyarán los esfuerzos críticos de la OTAN para construir una defensa antimisil eficaz" pero también "harán otras misiones importantes" como participar en los grupos permanentes marítimos de la OTAN, en ejercicios navales, visitas a puertos y otras actividades de cooperación. Asimismo, también "permitirá un apoyo de respuesta rápida" a los mandos militares estadounidenses de África y al mando central "cuando sea necesario".
Los primeros dos destructores estadounidenses llegarán a Rota en 2014 y los otros dos en 2015, según han explicado fuentes diplomáticas estadounidenses.
Los Veintiocho han discutido el martes los progresos para poner en marcha el escudo antimisiles, cuya capacidad operativa inicial confirmaron los líderes aliados en Chicago con la puesta en marcha de los primeros elementos del sistema, incluidos dos buques de guerra estadounidenses, un radar interceptor de misiles estadounidense que acoge Turquía y varios misiles Patriot que han ofrecido Países Bajos y Alemania "cuando sean necesarios", según fuentes aliadas, aunque el sistema no estará plenamente operativo hasta 2020. Será operado desde el cuartel general aliado de Rammstein (Alemania).
Otros países como Rumanía y Polonia acogerán misiles interceptores de Estados Unidos a partir de 2015 y 2018 respectivamente. Países Bajos actualizará cuatro sistemas de radares propios para el escudo y Francia podría aportar varios satélites más adelante para el sistema, muy criticado por Rusia, que teme que su capacidad de disuasión se vea minada.
El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, ya instado este martes a "acelerar la transferencia del mando y control americano al mando y control de la OTAN" del escudo antimisiles pactado.
El escudo antimisiles es uno de los 22 proyectos acordados en la cumbre de Chicago en el marco de la 'Defensa Inteligente' propuesta por el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, para "hacer más con menos" en el contexto de crisis y cuyos avances analizarán los ministros de Defensa aliados en la reunión ministerial informal.
El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, previo acuerdo con el PP, anunció el pasado 5 de octubre en Bruselas junto a Panetta el acuerdo para el despliegue en Rota a partir de 2013 de los destructores, dotados con el sistema interceptor de misiles AEGIS, y 1.100 militares estadounidenses, aunque ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy el encargado de negociar las condiciones con la Administración de Barack Obama.
El Gobierno de Rajoy ha asegurado que el principal beneficio del despliegue de los destructores es el refuerzo de la seguridad, pero el acuerdo también puede suponer nuevos contratos de mantenimiento e implicará labores de adaptación de la base, que serán sufragadas por Estados Unidos y la OTAN "en su totalidad" y "sin costes" para España, según explicó el viernes la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. También apuntó al "activo importante" para "dinamizar el consumo privado y la actividad económica" que supondrá la presencia de los militares y sus familias.
El Gobierno de Zapatero calculó por su parte que la inversión estadounidense en nuevas infraestructuras para sus militares se elevaría a "entre cinco y seis millones de euros", un impacto socioeconómico por el coste de vivir en España de los 1.100 militares y sus familias, de unos 51 millones de euros anuales y otros 8,5 millones al año por la contratación de servicios, incluido de mantenimiento.
Panetta ya anunció en octubre que los destructores "apoyarán los esfuerzos críticos de la OTAN para construir una defensa antimisil eficaz" pero también "harán otras misiones importantes" como participar en los grupos permanentes marítimos de la OTAN, en ejercicios navales, visitas a puertos y otras actividades de cooperación. Asimismo, también "permitirá un apoyo de respuesta rápida" a los mandos militares estadounidenses de África y al mando central "cuando sea necesario".
Los primeros dos destructores estadounidenses llegarán a Rota en 2014 y los otros dos en 2015, según han explicado fuentes diplomáticas estadounidenses.
Los Veintiocho han discutido el martes los progresos para poner en marcha el escudo antimisiles, cuya capacidad operativa inicial confirmaron los líderes aliados en Chicago con la puesta en marcha de los primeros elementos del sistema, incluidos dos buques de guerra estadounidenses, un radar interceptor de misiles estadounidense que acoge Turquía y varios misiles Patriot que han ofrecido Países Bajos y Alemania "cuando sean necesarios", según fuentes aliadas, aunque el sistema no estará plenamente operativo hasta 2020. Será operado desde el cuartel general aliado de Rammstein (Alemania).
Otros países como Rumanía y Polonia acogerán misiles interceptores de Estados Unidos a partir de 2015 y 2018 respectivamente. Países Bajos actualizará cuatro sistemas de radares propios para el escudo y Francia podría aportar varios satélites más adelante para el sistema, muy criticado por Rusia, que teme que su capacidad de disuasión se vea minada.
El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, ya instado este martes a "acelerar la transferencia del mando y control americano al mando y control de la OTAN" del escudo antimisiles pactado.
El escudo antimisiles es uno de los 22 proyectos acordados en la cumbre de Chicago en el marco de la 'Defensa Inteligente' propuesta por el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, para "hacer más con menos" en el contexto de crisis y cuyos avances analizarán los ministros de Defensa aliados en la reunión ministerial informal.
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