ETA plantea su desarme a cambio de presos y una Euskadi sin Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- Niegan reuniones directas con el Gobierno aunque admiten 'conocimiento mutuo'.
- Sobre las víctimas: 'La confrontación ha causado mucho sufrimiento, no somos insensibles'.
- Rechazan la teoría de haber sido derrotados: 'Es una estrategia' en contra de la izquierda abertzale.
- 'No hay otra alternativa que no sea el propio proceso' aunque apuntan que 'el final está sin escribir'.
- 'Estamos dispuestos a hablar del desarme y a adoptar compromisos.
ETA vuelve a irrumpir en la campaña electoral. En una entrevista publicada por el diario 'Gara' la banda terrorista reafirma su compromiso de "resolución del conflicto" tras el comunicado del pasado 20 de octubre en el que anunciaba el cese definitivo de la actividad armada. Además, la banda asegura que "el desarme está en la agenda" del proceso" y que se ve "dispuesta a adoptar compromisos".
Preguntada sobre cómo ha llegado la banda a la decisión de dejar la lucha armada, la banda niega que se haya producido ninguna "reunión directa" con el Gobierno de España aunque apuntan que en los últimos meses han tenido "conocimiento mutuo y, que nosotros sepamos, el PP está al corriente".
Los portavoces entrevistados argumentan que la decisión no ha sido fruto de "un proceso estructurado y lineal" sino de una "profunda reflexión". Subraya que la "lucha armada" ha hecho "una gran aportación para llegar al momento en el que estamos". Tras justificar con el habitual lenguaje propagandístico sus acciones durante más de 50 años, admite algunas "señales de agotamiento",
Sin embargo, preguntados directamente sobre si han sido derrotados como defienden la mayoría de los partidos exponen que se trata de una "estrategia para desanimar a la izquierda abertzale". Como es habitual en las comunicaciones de la banda no olvidan mencionar a "los compañeros que se la lucha se ha llevado para siempre y a los que aún están presos".
Sobre los más de 800 muertos por las acciones terroristas, ETA sólo reconoce que la "confrontación armada ha causado mucho sufrimiento, también las acciones de ETA. No somos insensibles".
Además, la entrevista confirma que la Conferencia Internacional de San Sebastián era un guión al que ETA se ciñó en la apertura de lo que la banda denomina "un nuevo ciclo". Aseguran que llevaban "mucho tiempo trabajando para impulsar un proceso de la solución" y que para ponerlo en marcha era indispensable involucrar a actores internacionales. "No sólo no hemos tenido relación, hemos tomado compromisos con ellos", en referencia a los agentes internacionales.
Valora que las palabras de Rajoy tras el comunicado rompen con 'el discurso negativo, agresivo y sin sentido' del PP
Sobre las reacciones que ha producido su decisión de poner punto final a la actividad armada, ETA cree que se ha seguido "el guión preestablecido" y está segura de que su comunicado "ha fortalecido la reclamación de una solución integral", aunque considera que los Gobiernos de España y Francia "no han dado la talla" a sus reclamaciones.
Sobre la reacción del Partido Popular al comunicado y en concreto las declaraciones de Mariano Rajoy, ETA apunta que se rompió con "el discurso negativo, agresivo y sin sentido" y valora que debe "actuar con responsabilidad", dadas sus posibilidades de convertirse en presidente del Gobierno en las próximas elecciones.
'¿Será el fin definitivo?'
¿Supondrá el fin de ETA el último anuncio realizado por la banda? De acuerdo con la entrevista que sus portavoces han concedido a 'Gara', nada está aún cerrado de forma definitiva. "El final está sin escribir", declaran. "Se puede tener la tentación de pensar que todo está atado, de que se resolverá no se sabe en qué mesa. No. La ciudadanía debe construir el proceso y los miembros de la izquierda abertzale tienen una gran responsabilidad. Nadie nos dará nada, lo tenemos que ganar nosotros, con el trabajo y lucha diaria."
Sin embargo, los representantes de ETA dejan claro que "el proceso" es su única alternativa. "No hay otra alternativa que no sea el propio proceso", aunque matizan que "se puede alargar en el tiempo, en función del comportamiento de los estados y de la madurez de las fuerzas políticas". A renglón seguido, los representantes de ETA apelan al papel que debe jugar la izquierda abertzale en el escenario político vasco.
Pese al análisis que hacen del posible futuro tras el comienzo de esta nueva etapa, los portavoces de la banda terrorista justifican la utilización de la lucha armada durante décadas como vía para lograr sus reivindicaciones y hacen alusión al respaldo que han tenido. "En Euskal Herria no hay muchos que vean un error en el nacimiento de ETA", aseguran en la entrevista publicada por Gara. "Mediante la lucha armada, entre otras cosas, Euskal Herria ha llegado a tener abiertas las puertas de la libertad", aseguran.
'ETA no estará sentada en la mesa de negociación política, el proceso no debe sufrir ningún tipo de amenaza'
En la reflexión sobre sus años de historia, la banda reconoce que "hemos cometido errores y no hemos acertado siempre". Además, repasa los procesos de negociación que se han abierto a lo largo de su historia y, lejos de calificarlos como un fracaso, afirman que "todos ellos han dejado cosas positivas y enseñanzas". De hecho, admiten que en el último periodo de tregua y diálogo con el Gobierno, "quedaron establecidas las claves del método y del contenido para la resolución del conflicto".
Sobre los motivos que llevaron a poner fin a cada una de las treguas decretadas por ETA, sus representantes destacan que "cada parte tendría que preguntarse a sí misma si hizo todo lo que estaba en su mano. ETA ha cumplido todos los acuerdos y cuando los procesos se han roto formalmente ha seguido en la misma línea. El Estado español, en cambio, ha actuado con malicia. No buscaba la paz y la resolución, sino neutralizar la lucha de liberación".
Las condiciones de una negociación
Los portavoces de ETA dejan claros los vértices de una futura negociación con "los Estados español y francés": la vuelta al País Vasco de presos y "exiliados políticos vascos", el desarme de la banda y la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del País Vasco y Navarra. Apelan, además, a la "presión popular" para que sus reivindicaciones tengan peso en una hipotética mesa de diálogo.
'Estamos dispuestos a hablar del desarme y también a adoptar compromisos'
Sobre el regreso de los presos etarras vascos, la banda advierte de que "cualquier otra opción sólo puede plantearse desde propósitos de venganza o por intereses políticos particulares, pero no si se pretende construir una solución firme y duradera." Además, ponen límite temporal y aluden al aspecto político y humano de la cuestión para implorar que este punto "se resuelva cuanto antes".
A propósito de la entrega de armas en poder de la banda terrorista, ETA reconoce que es una cuestión incluida en la agenda de negociación. "Estamos dispuestos a hablar de ello y también a adoptar compromisos", aseguran.
Respecto a la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del País Vasco y Navarra, se trata de una condición indispensable para la banda. "El final de la confrontación armada no podría entenderse si Euskal Herria permanece llena de fuerzas armadas", aseguran al diario abertzale.
Un proceso político 'sin injerencias'
En torno al papel que adoptará ETA de cara a un futurible proceso de "solución política al conflicto", los portavoces de la banda reclaman la apertura de una negociación entre los estados y una representación de los agentes políticos y sociales. Pero la banda promete que "ETA no estará sentada en la mesa de negociación política", añadiendo que el proceso "no debe sufrir ningún tipo de amenaza o injerencia exterior".
'Estamos recorriendo el camino hacia la independencia [...] con una perspectiva a largo plazo'
La banda también deja clara su meta política: el "reconocimiento de Euskal Herria y del derecho a decidir". "Estamos recorriendo el camino hacia la independencia [...] con una perspectiva a largo plazo", dicen. Además, detallan las fases en las que les gustaría que se desarrollara su proyecto. "La primera batalla principal estará centrada en conseguir el reconocimiento de Euskal Herria y del derecho de decisión. Posteriormente, se puede prever la apertura de una fase de transición entre el reconocimiento del derecho de autodeterminación y su aplicación".
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