A pesar de los múltiples recortes que están haciendo las Administraciones Públicas, el Senado quiere ordenadores nuevos para el comienzo de la décima legislatura, la que nacerá después de las elecciones del 20-N. La Cámara Baja publicó el martes en el BOE el concurso para "la adjudicación del contrato de suministro de ordenadores de sobremesa y ordenadores portátiles", la renovación de los actuales equipos.
El Senado ha sacado a concurso dos lotes: 700 ordenadores fijos, los que utilizan los senadores en sus despachos y el resto de trabajadores; y 300 ordenadores portátiles, que se repartirán sus señorías (la legislatura acabó con 262 senadores). Por el primer lote, el Senado está dispuesto a pagar 533.000 euros (761 a por aparato). Por el segundo, 226.000 euros (753 euros por unidad). La cuenta se eleva a 895.000 euros con el IVA.
La empresa que resulte adjudicataria (el concurso se ha presentado por procedimiento urgente y las ofertas han de presentarse antes del 31 de octubre) se compromete además a llevarse los 660 ordenadores de sobremesa que ya tiene el Senado, adquiridos hace siete años. Los 300 portátiles que han utilizado sus señorías esta legislatura recién acabada son más ‘jóvenes’, ya que fueron comprados a principios de 2008 tras pagar 354.000 euros, un precio más alto que el que se quiere abonar ahora.
Los teclados se quedan
En el pliego de condiciones técnicas, el Senado ha detallado el tipo de ordenador que quiere. Los de sobremesa tendrán 4 GB de memoria, 320 GB de disco duro, unidad de lectura y grabación de CD/DVD y memoria gráfica de 512 MB. Los portátiles deben incluir además conexión para redes 3G o superior. Eso sí, el Senado ha decidido quedarse con los teclados viejos para utilizarlos en los nuevos ordenadores de sobremesa.
El Congreso también tiene intención de hacer una compra parecida. No va a renovar los ordenadores fijos que cada diputado tiene en su despacho, pero sí va a dar la posibilidad a los parlamentarios de elegir entre un ordenador portátil o el iPad, la tableta de Apple. El 'kit del diputado' incluye también un teléfono móvil (pueden elegir entre el iPhone y la Blackberry), así como la tarjeta de taxi, que cuenta con 3.000 euros para gastar durante un año.
La última institución que compró material informático fue el Defensor del Pueblo, que en abril de 2011 adjudicó la compra de 150 ordenadores por 143.000 a, a 958 euros por aparato
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