Seiscientos dependientes han fallecido mientras esperaban a cobrar la ayuda.

Lo que mal empieza, mal acaba. Y es que lo que en 2007 nació como una ley que debía apoyar a un colectivo especialmente vulnerable como es el de los dependientes se ha ido convirtiendo, en medio de múltiples despropósitos, en una auténtica sinrazón a tenor de las largas esperas que se han llegado -y llegan- a dar para poder cobrar la ayuda ante la desesperación y frustración de miles y miles de familias. En no poco casos estas esperas han llegado a hacerse eternas. Y es que solo en la ciudad de Elda hasta 600 dependientes han fallecido a la espera de recibir una ayuda que nunca les llegó. Son datos oficiales y reconocidos en las memorias del departamento municipal de Servicios Sociales y, sin duda, aportan una clara y escalofriante idea de los despropósitos que, desde su entrada en vigor, han ido de la mano de la aplicación de esta ley -y muy especialmente en la Comunidad Valenciana-, como reiteradamente han venido denunciando durante todos estos años las plataformas de afectados.

Pese a que las quejas y denuncias en torno al cumplimiento -o mejor dicho incumplimiento- de la ley de dependencia se remontan casi como quien dice a prácticamente sus mismos orígenes, la situación, lejos de mejorar, ha ido empeorando a medida que los expedientes se han ido acumulando y acumulando. Hasta el punto de que las esperas se cuentan por años -se calcula que el plazo medio que tarda la Administración en resolver los expedientes de solicitud es de tres años- y de que son cada vez más los beneficiarios reconocidos que fallecen sin llegar a percibir la ayuda. Solo en el último año, en 2011, más de 250 beneficiarios de Elda (concretamente 266) que habían formalizado su solicitud de valoración de su situación de dependencia han fallecido antes de que llegara la resolución de la Generalitat para poder acceder a la prestación. En total, desde que entrara en vigor la ley, son hasta 600 dependientes los que han fallecido en Elda mientras esperaban a recibir una ayuda que no llegó y cuyo teórico objetivo debía ser contribuir a mejorar su calidad de vida. Sin duda, algo paradójico. 

Un nuevo envite
Lamentablemente, lejos de tener expectativas de mejorar su viabilidad, la ley de la dependencia afronta ahora un nuevo varapalo, en medio de los recortes decretados el pasado mes de julio por el Gobierno de Mariano Rajoy y por los cambios que introducirá la propia Conselleria de Bienestar Social para adaptarse a dichos ajustes del Ejecutivo central.

"Una tomadura de pelo"

Para el PSOE de Elda, los datos que reflejan las memorias de Servicios Sociales y que no hacen si no reconocer que hasta 600 dependientes eldenses han fallecido sin respuesta de la Generalitat, constituyen un claro ejemplo de "la poca humanidad y la desidia" de los políticos del PP. En esta línea, el portavoz socialista, Rubén Alfaro, lamentó la "tomadura de pelo" de un Consell que, mientras "ha ido eternizando la resolución de los expedientes y no hacía frente a sus obligaciones con los dependientes, se ha dedicado a despilfarrar los fondos públicos en Fórmula I, ciudades de las Artes y las Ciencias o visitas del PP".