Unas veces "socorro", otras "auxilio" y en la mayoría de
casos "SOS". Con independencia del término utilizado, 50.000
manifestantes han salido este domingo a la calle para pedir a las administraciones públicas que paguen los 300 millones que
adeudan al sector de la discapacidad y exigir al Gobierno de Rajoy que
deje de recortar sus derechos. "Si siguen recortando en derechos
sociales nos terminarán matando", resume Pedro López, un hombre de 48
años que sufre esclerosis múltiple y que ve como el centro en el que
recibe tratamiento puede desaparecer por culpa de los impagos de la
Administración.
Alrededor del 20% de los centros de atención a
personas con discapacidad de toda España están en peligro de cierre
inminente. Sólo en Aragón la Administración adeuda a los centros de
atención 1.700.000 euros. Es decir, todos los servicios que estos han
prestado durante el 2012 y, lo que es más grave aún, la Junta aún no
sabe cuando podrá pagar la deuda.
Ante esta situación, que pone
en peligro de extinción los derechos alcanzado por el colectivo de la
discapacidad, el Comité Español de Representantes de Personas con
Discapacidad (CERMI) -que agrupa a más de 7.000 entidades- ha convocado
una marcha protesta para que las personas con discapacidad dejen de ser las "víctimas fáciles de la historia"
y se conviertan en "coprotagonistas de la misma". La convocatoria,
quizá porque la situación así lo exigía, ha resultado todo un éxito y
miles de personas con discapacidad, junto a sus familiares y amigos, han
abarrotado el centro de Madrid. Sólo de Andalucía han llegado 64
autobuses, 300 desde toda España. Ha sido la primera vez en la historia
de España que el movimiento asociativo de la discapacidad sale a la
calle de forma masiva y unitaria.
Han exigido un "gran pacto de Estado" para situar a los discapacitados junto al resto de la ciudadanía
"Llevamos
hasta 18 meses de retraso en los pagos. La deuda no es una cuestión
nueva pero ahora sí que es insostenible. El problema supera a gobiernos
de uno u otro símbolo y pedimos un gran pacto de Estado para poner a las
personas con discapacidad donde deben estar, que no es otro lugar que
con el resto de la ciudadanía", ha señalado a Público Luis Cayo Pérez
Bueno, presidente del CERMI.
Pero la grave situación que
atraviesas las personas con discapacidad y sus familias no se concretan
solamente en la deuda de la Administración con los centros de atención.
El CERMI denuncia que se ha incumplido de manera "sistemática y estructural" las leyes aprobadas para defender sus derechos,
como la Ley de dependencia; el copago; la paralización de las políticas
de creación de empleo para personas con discapacidad o la desaparición
de los programas de atención temprana a niños y niñas con discapacidad.
"Si
en los mejores momentos económicos, las personas con discapacidad y sus
familias no llegamos a disfrutar del bienestar generalizado, en las
épocas pésimas, como esta, sufrimos las consecuencias más devastadoras
de la crisis", ha denunciado Laura López Espejo, una joven con
discapacidad auditiva, durante la lectura del manifiesto.
Es el
caso de la familia García. Jaime padece síndrome de Down y un grave
problema cardíaco. Necesita el cuidado constante de una persona. Su
madre está jubilada y su hermana, Consuelo, está en paro. Los tres
tienen que "salir adelante" con los 500 euros de ayuda que recibe Jaime y
la "mísera" pensión de su madre. La Ley de dependencia nunca llegó para
ellos, según denuncia Consuelo. "Con 500 euros debemos hacer frente al
colegio, medicinas, médicos, autocar... Una vez nos concedieron unas
horas de ayuda en domicilio pero nos querían cobrar por ello. ¿Con qué
dinero lo pagamos?", denuncia Consuelo.
La próxima, en Berlín
"Sería una injusticia atroz que carguemos con los errores y las maldades de otros", denuncianAl término de la marcha, los colectivos de discapacitados han leído un manifiesto en el que denunciaban que los años de crisis están siendo "un museo de los horrores"
para las personas con discapacidad. "Asumimos nuestra cuota de
esfuerzo, pero sería una injusticia atroz que carguemos con los errores y
las maldades de otros, que se van de rositas y evitan siempre las
consecuencias de sus actos", ha denunciado Mercedes Pérez de Prada, que
sufre discapacidad auditiva, durante la lectura del manifiesto.
La
rabia contra aquellos que se van "de rositas" tras cometer errores que
cuestan millones de euros a las arcas públicas ha sido compartido
fervientemente por Narciso Hidalgo, un hombre de 77 años usuario de
sillas de ruedas desde hace 25. "He estado toda mi vida pagando
impuestos y cotizando hasta que sufrí el accidente. He pagado mis
impuestos y la seguridad social y ahora unos pocos me quieren quitar mis
derechos y mi dinero. Mi mujer recibía 350 euros de pensión por
cuidarme por la Ley de Dependencia. Ahora de ese dinero tenemos que
pagar la Seguridad Social? ¿Están locos? No quiero decir sus nombres,
pero sabemos todos quiénes son. No están robando nuestro dinero",
denuncia Narciso, que ha llegado desde Granada para manifestarse.
El
punto y final a la concentración lo ha puesto Luis Cayo, presidente de
la CERMI, quien ha citado a los presentes para volver a manifestarse
pero esta vez en el ámbito europeo, bien en Bruselas o en Berlín. "La
señora Ángela Merkel se tiene que enterar de que en Europa somo 80
millones de personas con discapacidad. No se puede asfixiar a los países
porque están formados por un conjunto de personas que están a punto de
ser ahogados", ha sentencia Cayo.
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