martes, 10 de abril de 2012

PSOE e IU sólo contemplan un pacto de Gobierno para Andalucía.

En poco más de una semana habrá acuerdo de Gobierno entre PSOE e IU para la Junta de Andalucía. Los dirigentes de ambas formaciones políticas retomaron ayer sus contactos, que a partir de ahora serán diarios, y todo indica que lo hacen con un único objetivo: lograr un acuerdo de coalición para gobernar Andalucía los próximos cuatro años. Si no hay sorpresa de última hora, el pacto quedará sellado antes del jueves 19, día que se constituye el nuevo Parlamento, presidido con toda probabilidad por un representante de IU.

Ninguno de los dos partidos contempla otro escenario y desde las pasadas elecciones del 25 de marzo no han hecho más que lanzarse piropos. A estas alturas parecen descartadas las otras dos posibilidades, el acuerdo de investidura y el pacto de legislatura. En Andalucía no se va a repetir lo ocurrido en Extremadura, donde IU permite con sus abstención un Gobierno del PP. Lo dijo ayer Cayo Lara. Y lo adelantó Diego Valderas, el coordinador de IU en Andalucía, durante la campaña electoral.
 

Por un lado, el PSOE necesita como agua de mayo controlar y estabilizar el Gobierno los próximos cuatro años para convertir a Andalucía en referencia de sus políticas y punto de arranque de la “reconquista”. Por su parte, IU está escaldada del error cometido en la corta legislatura de 1994-96, conocida como “de la pinza”. Esta vez está decidida a no quedarse al margen y aprovechar la oportunidad para “obligar al PSOE a dar un giro a la izquierda”. Al PP de Javier Arenas sólo le queda esperar que PSOE e IU acaben enfrentados y que Griñán se vea obligado a adelantar las elecciones.

Juan Manuel Sánchez Gordillo, el polémico alcalde de Marinaleda y líder de la CUT (integrada en IU), se ha convertido en una china en el zapato de Valderas. Ha amenazado incluso con una escisión en el grupo parlamentario. Pero su oposición no va a impedir el acuerdo porque los otros once diputados de IU seguirán la consigna de la dirección. Los futuros socios sólo han dejado claro hasta ahora su compromiso con el mantenimiento de las políticas sociales y la defensa del Estatuto de Autonomía. Pero el Gobierno central ya ha incumplido el Estatuto al no asignar a Andalucía más que el 14,6 por ciento de las inversiones del Estado, frente al 17,8 por ciento que le corresponde por población. El enfrentamiento está servido y todo indica que esa va a ser la tónica de la legislatura.

La dificultad es casar los programas de PSOE e IU a la hora de cumplir el compromiso de control del déficit, algo por lo que José Antonio Griñán apuesta, pero no sus futuros socios. Este va a ser el principal caballo de batalla en el seno del futuro ejecutivo de Griñán y de éste con el Gobierno central. Esta polémica, que empezó en la campaña electoral, adquirió ayer tintes de amenaza. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, advirtió ayer de que Andalucía debe cumplir a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria y no puede permitirse ser radical en este aspecto.

Diego Valderas se reunió ayer con los secretarios generales de CCOO y UGT de Andalucía, que le pidieron una apuesta decidida por la coalición. Valderas adelantó que sobre la mesa hay dos puntos clave: la limitación de sueldos de los cargos públicos y la revisión del presupuesto de la Junta de Andalucía para 2012 por los recortes impuestos por Rajoy. A pesar de eso, Valderas rechaza que el déficit se santifique o que se ponga en un altar. En su opinión, lo que hay que buscar es “el reequilibro de las cuentas públicas”.

 Una de las primeras decisiones que adoptará el Parlamento será la creación de una comisión de investigación para las irregularidades de los ERE. Lo exigía IU y lo ha aceptado el PSOE, principalmente porque no le quedaba más remedio, porque el desgaste ya lo ha sufrido y quedan cuatro años para volver a las urnas.

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