miércoles, 11 de abril de 2012

Griñán advierte que no aceptará de IU en Andalucía solo un apoyo de investidura.

Exige un pacto de legislatura, mientras la coalición habla de acuerdos programáticos.

Las negociaciones entre PSOE e IU, segunda y tercera fuerza más votadas en Andalucía, tratan de cerrar un acuerdo de gobierno antes de la próxima semana, cuando se constituye el Parlamento regional y deberían estar ya sentadas las bases del pacto. Mientras desde la coalición insisten en que aún se negocia el programa y no han entrado en materia acerca de la fórmula de cohabitación, los socialistas reiteraron su preferencia por un Gobierno de coalición que otorgue estabilidad y solidez. De hecho, el secretario general de los socialistas andaluces y presidente en funciones de la Junta, José Antonio Griñán, descartó de plano la opción de un apoyo para su investidura. «Simplemente, no lo aceptaría», resumió para dejar claro que una de las prioridades es lograr un Ejecutivo estable y no sometido a vaivenes que hicieran imposible la gobernabilidad en un momento complicado. Así, recordó que «tres quintas partes de los andaluces han votado a la izquierda, una mayoría que puede dar estabilidad».

Griñán explicó que las negociaciones con IU «no son duras», que estos primeros contactos han servido para «tratar de buscar un programa compartido» en el que coincidan prioridades y propuestas para, en una segunda fase, determinar lo que será posible llevar a cabo. Solo al final se decidiría, aseveró, entre un acuerdo de legislatura por cuatro años o bien un pacto estable de Gobierno. Esta es la fórmula que más ansían los socialistas y también los sindicatos, que animaron al líder de IU, Diego Valderas, a integrarse en un Ejecutivo de izquierdas. La portavoz en funciones, Mar Moreno, insistió ayer en que esta solución aportará «estabilidad y mayor nivel de confianza», un plus que daría «solidez y fortaleza» al futuro Gobierno. «Pero -añadió- tenemos la puerta abierta de par en par a ambas fórmulas». Moreno dejó la pelota en el tejado ajeno porque será IU la que se decante por una de las «dos vías».
En Extremadura las relaciones entre IU y PSOE siguen por camino mucho más tortuoso. El portavoz de los socialistas en el Parlamento de esta comunidad, Valentín García, fue ayer muy crítico con la coalición porque allí «se ha abrazado al osito Mimosín», en referencia al PP, y este «es tan mullido y huele tan bien que no hay forma de separarla». García criticaba, de esta manera, la decisión de IU en la junta de portavoces de la Asamblea extremeña: su abstención permitió que prosperase una moción del PP para establecer cupos limitando las iniciativas que planteen los grupos en las comisiones parlamentarias.
«En Extremadura IU se ha abrazado al osito Mimosín [en alusión al PP] y no hay forma de separarla»

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