Desde aquel lejano cartel de “Ni Yankis, Ni Rusos”, pasando por el apoyo a la ultraderechista Asociación de Víctimas del Terrorismo, la solicitud de voto para UPyD y acabando por la proclamación definitiva de más de 30 candidaturas para las elecciones del 20-N, tras haber presentado inicialmente 52, la historia de Unificación Comunista de España (UCE) es una larga cadena de nauseabundos hechos en los que detrás de cada uno de ellos está la desgracia de un joven o una joven rebelde anulado para la lucha por una secta. Defenderé y trataré de demostrar en este texto que el desarrollo de la UCE, se escribe desde las cloacas del estado en función de las necesidades y prioridades que en cada momento tiene la oligarquía.
Sin duda la UCE es un caso paradigmático de ello, pues, sin plantearse en ningún momento mantener la formalidad y la estructura de un partido político, su única tarea conocida es destacar jóvenes en la calle para realizar proselitismo de la campaña concreta de cada momento mediante la venta indiscriminada de su periódico De Verdad. Pocas veces o nunca se ha visto a nadie de la UCE en un sindicato, en una asociación de vecinos o en una plataforma unitaria de lucha y además sólo ha realizado dos congresos en 38 años de existencia –en 1978 y en 2003 -. ¿Es esto, ya no digo un partido comunista; simplemente un partido político? Es evidente que no, y su práctica propia de una secta, consistente en separar al activista de su entorno mediante una liberación poniéndole objetivos de venta y captación obligatorios, lo demuestra. No me detendré más en este escabroso y lamentable terreno, sólo remito a la web http://www.deverdad.net/ y al informe de la asociación Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS), en el que directamente se califica a la UCE de secta.
Pero ahora la cuestión está en descifrar por qué, y qué razones hay para que la UCE, que desde 1986 nunca se ha presentado a las elecciones generales, pues excepto en 2008 que lo hizo para el partido de Rosa Díez, siempre ha pedido el voto para IU (un dirigente suyo llamado Manuel Román llegó a intervenir en un mitin electoral de Julio Anguita en Bilbao el 13 de Mayo de 1993), y que en las autonómicas y municipales de Mayo de 2011 sólo presentó candidatura en 7 comunidades autónomas y en un reducido número de municipios, decida embarcarse ahora en la presentación de 52 candidaturas justo cuando por la reforma de la LOREG, que obliga a recoger el aval de 0,1% del censo de cada Provincia, la cosa es más difícil.
Mi experiencia política de muchos años en el área de organización y finanzas del PCPE, me permite afirmar que sin la financiación directa del Ministerio del Interior, o su apoyo, dejando hacer a las empresas tapaderas de los jefes de la secta (al igual que con el partido-empresa España 2000 del fascista José Luis Roberto), no es posible mantener una estructura de liberados recogiendo firmas en las 52 circunscripciones electorales. Las cuentas son claras, y es imposible que cuadren para una organización
tan pequeña a todas luces; pero es que, además, no es creíble que la UCE tenga afiliados y amigos suficientes para rellenar las listas al Congreso y Senado en 52 circunscripciones.
Entonces ¿por qué, justo en este momento, recibe desde las cloacas del Ministerio del Interior este encargo, y los recursos económicos y humanos necesarios para desarrollarlo?
La UCE es siempre un misterio previsible:
- La oligarquía necesitaba quebrar la voluntad mayoritaria de la población a favor del NO a la OTAN; ahí apareció la UCE rompiendo la unidad del movimiento, y centrando su lucha en contra de la URSS y del Pacto de Varsovia.
- El estado, de la mano del gobierno del PP, se lanzó a la criminalización indiscriminada de la izquierda abertzale y la opción independentista en Euskal Herria; ahí estaba la UCE apoyando a la AVT y el Foro de Ermua y, tras desfilar con todos ellos bajo las banderas franquistas, acabar pidiendo el voto para UpyD.
Ahora que la oligarquía se teme un repunte de la lucha obrera, como consecuencia del acelerado deterioro de las condiciones materiales de vida que imponen los planes de ajuste y le asusta como nada el eco que pueda tener el mensaje de un verdadero partido comunista entre una población que no ve salidas en el capitalismo; ahí aparece la UCE para enredar y confundir el voto comunista.
Como consecuencia de la necesidad de recoger los avales, de no ser por las candidaturas de la UCE, en la mayoría de la 29 circunscripciones en las que concurre el PCPE y para el 80% de la población, la única sigla que se hubiera referenciado como la opción comunista, hubiera sido la del PCPE. Eso es lo que el estado necesitaba evitar y para eso ha movido los hilos de su organización/secta.
Todos y todas debemos ser conscientes de esta realidad, y combatir y denunciar con firmeza a esta secta, que no sólo contamina el nombre y la historia del movimiento comunista internacional; sino que se demuestra cada día con más claridad como un instrumento evidente de las cloacas del estado. Los candidatos Rubalcaba y Rajoy, ambos ex ministros de Interior, podrían ilustrar con muchos más datos este artículo, pues ambos saben mucho de los hilos que mueven esas cloacas, pero como es seguro que no lo harán, será el pueblo el que más pronto que tarde se lo exigirá.
No es nada nuevo el caso de la UCE, de siempre los estados burgueses se han servido de todo tipo de instrumentos políticos y organizativos que, con apariencia revolucionaria, son solo plataformas desde las que reclutar a jóvenes con inquietudes para anularlos y, si es necesario, posteriormente adiestrarlos en la contrarrevolución.
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