¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!
Otra vez tenemos elecciones a la vuelta de la esquina. Se intensifica este juego de sombras que es el debate político mediático, lanzan guiños, espolean sus discursos y por un momento pueden llegar incluso a parecernos más próximos.
Sin embargo- y aún con nuestra relativa poca experiencia en esto de la política- parece lógico que los jóvenes no sintamos nada más que desafección ante tanto circo. ¿Qué diferencia hay entre votar a uno o al otro? Ninguno ofrece nos ofrece futuro digno a la juventud, se dice que todos son iguales, todos unos corruptos, todos unos inútiles.
Esto parece claro con el PP y el PSOE pero, al mirar a los partidos más pequeños, parece que pequemos de ingenuidad si esperamos algo diferente. Primero que no tendrán nunca la importancia de los dos partidos mayoritarios, segundo que de conseguir tal importancia, por el camino de seguro habrán perdido todo aquello por lo que, en principio, valía la pena votarlos.
El argumento está cerrado y parece a primera vista bueno, ¿por qué nos debería interesar a nosotros los jóvenes la política?
Los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC), referente juvenil del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), respondemos, pese a todo, la política nos debe interesar y mucho, pues de ella dependerá que mañana tengamos la juventud un mañana, un futuro.
Estaríamos equivocados si pensáramos que la raíz del problema viene de nuestros políticos, de su mal hacer. Si fuera así nuestros problemas se resolverían con un buen, sincero y honrado “gestor” fuera del signo político que fuera, fuera cual fuera el camino por el que quisiera guiarnos.
- Nacionalización de la banca, para entre otras cosas- destinar el crédito a las necesidades del pueblo, y acabar con el robo de viviendas que, a través de las hipotecas, la banca hace a cientos de miles de familias.
- Defensa del sector público, contra las privatizaciones (sanidad, educación, transporte, etc.), y rescate de lo privatizado para que la propiedad pública esté al servicio del pueblo.
- Socialización de los suelos urbanizables, para combatir la especulación y la corrupción urbanística, y bajar el precio de las viviendas, construyéndolas en régimen cooperativo.
- Comités de Distrito en los municipios, para organizar el poder del pueblo y su participación en la gestión pública, poniendo los cimientos para que democracia signifique poder popular y no la farsa que hoy existe. La democracia nace de lo más pequeñito.
- Políticas sociales públicas, asistencia a las personas más golpeadas por la crisis, que nadie pase hambre ni pierda su vivienda, ni se le corte la luz o el agua por falta de pago.
- Política fiscal progresiva, rebajando los impuestos a sectores obreros y populares y aumentándolos a la burguesía acomodada. IBI cero para viviendas populares de primera residencia.
- Fomento del empleo, dando prioridad a las obras más intensivas en mano de obra y para equipamientos de los barrios populares (bibliotecas, guarderías, parques, etc.) que puedan ser realizadas por pequeñas y medianas empresas.
- Desmilitarización, de aquellos territorios con grandes instalaciones militares, muchas de ellas al servicio de la OTAN. Recuperación de los terrenos para uso social colectivo.
Votar al PCPE es un voto de combate. Somos un voto al margen de los partidos mayoritarios o minoritarios.
Sin embargo, los CJC decimos que el problema es mucho más profundo. ¿Cuál es entonces? El propio capitalismo.
El capitalismo es un sistema donde una pequeña mayoría controla la gran mayoría de los medios para financiar, producir y distribuir aquello que necesitamos; quien tiene el dinero controla el mundo. ¿Quién financia las campañas, quién posee los medios de comunicación, quién te esclaviza, quién te niega el futuro, quién hace que no creas que existe una alternativa? Los capitalistas, los grandes empresarios.
El único gran defecto de los políticos es, al fin y al cabo, que solo trabajan para esa minoría privilegiada. Toda la estructura que hoy conocemos como “democracia” no es más que la máscara donde se oculta la dictadura del Capital.
Por eso los CJC luchamos contra los capitalistas, luchamos contra el capitalismo. Estamos por la construcción del socialismo que no es otra cosa que expropiar a esa minoría toda su riqueza, todas sus fábricas y dinero y dárselas al pueblo.
Los CJC no vivimos en otro mundo, sabemos que podemos votar, manifestarnos. Entonces, formalmente ¿qué problema hay? Que el mayor formalismo democrático se queda en nada al lado del poder del dinero que todo lo compra: voluntades, periodistas, promesas y pensamiento. La misma estructura de la “democracia liberal” es la forma más acabada de poder del capitalismo, diseñada para gobernarnos como ovejas mientras tenemos la vana ilusión que tenemos puesta también la mano en el timón.
Y sin embargo, el sistema tiene miedo de que sus mecanismos de dominación y falsa democracia sean desbordados de los límites de la mera formalidad. Incluso se ven en la obligación de limitar cada vez más su tan cacareada y querida “democracia burguesa”. Solo así se entiende que se aprobara la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, ley que obliga que aquellas fuerzas extra-parlamentarias necesiten un 0.1% respecto al censo de avales para ni siquiera poder presentarse. Esto dificulta que las organizaciones sin representación como el PCPE puedan presentar su proyecto. Los capitalistas están dispuestos a apostar por una moneda u otra de sistema político desde la democracia formal hasta la más sangrienta de las dictaduras. Si algo nos ha enseñado la historia es que los capitalistas no renuncian nunca a sus privilegios y antes de ceder ante el peso de la historia se van haciendo sangre. Solo teniendo en cuenta esto, se puede entender esta nueva ley que líquida más si cabe ya las pobres garantías democráticas que había en el Estado Español.
Ante este grave cuadro, ¿qué podemos hacer los jóvenes? La solución no es dejar a estos lacayos del Capital todos los resortes de dominación. La solución es luchar, los CJC ¿podemos garantizar que así se cambiará algo? Lo que podemos garantizar es que sin la lucha nunca va a cambiar nada. Debemos romper las cadenas, atacar el fondo de la cuestión, mediante la lucha, la formación y la organización.
No son pocas las batallas a librar, en muchos frentes, ayer en el movimiento obrero organizando la huelga general, mañana en el frente estudiantil para frenar el siguiente paso hacia la privatización de la universidad, hoy votando al PCPE. Porque el voto, mientras se nos permita aún en la dictadura del capital, es una arma más en manos de la juventud y la clase obrera. Porque el PCPE no utilizará ese voto para doblegarse ante el Capital, porque no se irá a casa tras los comicios. Porque el PCPE, junto a los CJC, ha luchado, lucha y seguirá luchando con redoblado esfuerzo ante el capitalismo sean cuales sean las trabas que le imponga, siempre estaremos dando la batalla.
Votar al PCPE no es cualquier cosa, es apoyar a la construcción del proyecto revolucionario que garantizará en el Estado Español el marco para conseguir el fin del paro, de la explotación, del patriarcado y el machismo, de la degradación de la naturaleza, de las agresiones contra los pueblos. Los comunistas somos la alternativa, luchamos contra los mismos cimientos del capitalismo porque somos los que más tenaz y audazmente intentamos guiar a los sepultureros del sistema, la clase trabajadora. Nuestro objetivo es instaurar un sistema, el socialismo, que garantice la democracia y la satisfacción de una manera cada vez más plena de las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo, poniendo la economía, la cultura y la política al servicio de las personas y no al revés. Es la garantía del fin de la explotación del hombre por el hombre.
La solución pasa por gritar basta y romper con el sistema. Es necesario luchar. Luchar hoy, luchar el 20 de Noviembre y seguir luchando después. La lucha hoy es un voto. Mañana es organizarse y seguir luchando, construir un Bloque Obrero y Popular aglutine a esas amplias mayorías con la perspectiva de un cambio revolucionario.
Por eso los CJC llamamos a votar al PCPE, no desaprovechemos los escasos resquicios que el sistema se da el lujo de dejar. Un comunista en las instituciones es un portavoz del pueblo y de las luchas de la calle, no es un profesional de la política al uso ni un vívala vida que se dedicará a mercadear con la confianza del pueblo.
Las medidas inmediatas que el PCPE propone son:
- Nacionalización de la banca, para entre otras cosas- destinar el crédito a las necesidades del pueblo, y acabar con el robo de viviendas que, a través de las hipotecas, la banca hace a cientos de miles de familias.
- Defensa del sector público, contra las privatizaciones (sanidad, educación, transporte, etc.), y rescate de lo privatizado para que la propiedad pública esté al servicio del pueblo.
- Socialización de los suelos urbanizables, para combatir la especulación y la corrupción urbanística, y bajar el precio de las viviendas, construyéndolas en régimen cooperativo.
- Comités de Distrito en los municipios, para organizar el poder del pueblo y su participación en la gestión pública, poniendo los cimientos para que democracia signifique poder popular y no la farsa que hoy existe. La democracia nace de lo más pequeñito.
- Políticas sociales públicas, asistencia a las personas más golpeadas por la crisis, que nadie pase hambre ni pierda su vivienda, ni se le corte la luz o el agua por falta de pago.
- Política fiscal progresiva, rebajando los impuestos a sectores obreros y populares y aumentándolos a la burguesía acomodada. IBI cero para viviendas populares de primera residencia.
- Transporte colectivo, de gestión y titularidad pública, para luchar contra la contaminación y para priorizar los espacios de uso peatonal y cambiar las ciudades a la escala humana.
- Fomento del empleo, dando prioridad a las obras más intensivas en mano de obra y para equipamientos de los barrios populares (bibliotecas, guarderías, parques, etc.) que puedan ser realizadas por pequeñas y medianas empresas.
- Desmilitarización, de aquellos territorios con grandes instalaciones militares, muchas de ellas al servicio de la OTAN. Recuperación de los terrenos para uso social colectivo.
Votar al PCPE es un voto de combate. Somos un voto al margen de los partidos mayoritarios o minoritarios.
Votar comunista no es cualquier cosa, es luchar contra los intereses de los capitalistas y por ende es un voto a favor de las grandes mayorías.
Es votar contra las ETT’s, contra los contratos de becas y prácticas no remunerados, contra la temporalidad, la precariedad y contra el paro. Más que un voto para evitar la destrucción de las conquistas sociales pasadas, es un voto por la construcción de nuevos derechos.
Es votar contra la privatización de la educación, contra la implantación de la Estrategia Universidad 2015 –que es una extensión del camino que abrió el Plan Bolonia-, contra la reducción de plazas y contra la subida de tasas; por una educación pública, gratuita y de calidad.
Un voto para el PCPE es un voto internacionalista y antiimperialista, un voto contra la guerra imperialista y por la paz. Un voto que afianza el internacionalismo proletario, la defensa de los pueblos contra el del imperialismo desde la OTAN hasta la Unión Europea.
Es un voto contra el fascismo y la dictadura; contra cualquier forma que adopte la dominación del Capital.
Un voto que apoya al proletariado en la lucha de clases sea cual sea la forma de Estado en la cual se enmarque ésta.
Es un voto contra el patriarcado, contra la opresión de género, por la igualdad social de la mujer tanto en el ámbito privado como en el público. Un voto contra la discriminación, que suma para construir un futuro con plena libertad sexual y reproductiva.
Un voto por la república, contra el parásito Borbón heredero de la dictadura franquista, un ladrillo más en la construcción de la alternativa republicana y socialista que incluirá todos los derechos democráticos negados a los pueblos del Estado Español. Es un voto a favor del derecho de autodeterminación de los pueblos, por la República Socialista de carácter confederal.
Un voto al PCPE no es un voto a la socialdemocracia y al reformismo, proyectos sin más respuestas –si alguna vez las tuvieron- en el marco de la descomposición y la crisis estructural del sistema capitalista. Es un voto juvenil porque avala al único proyecto que nos garantiza que tendremos un futuro.
Es un voto que si bien está dentro de los límites del sistema, se enmarca y se subordina a una lucha sincera, implacable e incansable contra el propio sistema capitalista, un sistema decadente que ya no tiene nada más que ofrecer a la humanidad.
La clase trabajadora, las clases populares y la juventud debemos avanzar determinantemente hacia la construcción de un mañana mejor que será socialista. Apóyanos el día 20 de Noviembre pero sobretodo sal a la calle, organízate y lucha.
LA JUVENTUD NO SE RESIGNA
TODO PARA LA CLASE OBRERA
VOTA PCPE
TODO PARA LA CLASE OBRERA
VOTA PCPE
No hay comentarios:
Publicar un comentario