viernes, 28 de diciembre de 2012

La Red Anti-LOU dona 3.000 euros al SAT.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Anti-Lou ha entregado al SAT 3.000 euros en solidaridad con la represión que sufre desde hace años este sindicato. Tres miembros de la Permanente Nacional se han desplazado al acto de entrega donde los estudiantes represaliados han entregado diversas cantidades a colectivos sociales como Casa Viejas, estudiantiles como el MAE o grupos pro derechos humanos como la Sociedad de Juristas 17 de Marzo. Los estudiantes reparten así la totalidad del dinero recogido durante el largo proceso judicial (¡¡10 años!!) en que se han visto envueltos. Al salir absueltos de todos los cargos que se les imputaban, este acto de hoy pone fin a una larga causa de la que han salido más fortalecidos que nunca como personas comprometidas y militantes de izquierda, dado que algunos de los imputados e imputadas de ayer son hoy afiliados a sindicatos, organizaciones y colectivos, incluido el propio SAT.
 Pero sería bueno y aconsejable recordar la génesis de todo esto. En 2002 cientos de miles de personas, la mayoría estudiantes, salieron a las calles de todo el Estado español contra la LOU, la ley que iniciaba la mercantilización que sufrimos hoy en nuestra Universidad Pública. Andalucía no fue una excepción. Y Sevilla estuvo a la vanguardia de la lucha. En esta ciudad el Comité General de Huelga (CGH) apoyado en las asambleas de facultad y cientos de activistas detrás organizó impresionantes movilizaciones que pusieron nerviosos a muchos. Era la época del movimiento antiglobalización que preparaba una contra cumbre a la reunión de los presidentes de los gobiernos europeos que se celebraría en esa ciudad. Y era la época de una huelga general que hizo coincidir la lucha antiglobalización con el movimiento obrero. Era una época convulsa, con un Zapatero en la oposición que no dudaba en encabezar manifestaciones masivas contra la LOU y con un Aznar que estaba ya agotado a la cabeza del Gobierno.


En ese contexto se produce la lucha contra la LOU. Una lucha donde los estudiantes sevillanos sacaban cada día su propio boletín, los profesores daban clases en la calle, las actividades se organizaban y debatían de forma asamblearia, donde se hacía la cena de navidad en la puerta del Ayuntamiento de Sevilla cantando villancicos anti-LOU en el marco de una acampada que duró meses... Pero una noche, sin aviso previo, cuando ya se había anunciado el levantamiento de la acampada la Policía Nacional desalojó por la fuerza a los estudiantes, lo que motivó una airada reacción que reavivó la lucha. Los estudiantes, golpeados e indignados, volvieron sus ojos al Rector de la Universidad que tantas veces les apoyó y fueron a entregarle un escrito acudiendo a su propia invitación. Pero la sorpresa fue mayúscula cuando la seguridad de la Universidad cerró a cal y canto los accesos al rectorado e impidió por la fuerza, incluso con extintores, la llegada de la comisión que iba a hacer entrega del escrito. Lo que ocasionó los hechos que la prensa exageró llamándolo "asalto al rectorado" y creando una falsa alarma social con la que justificar las detenciones policiales que se realizaron contra un grupo de estudiantes.

El intento del Gobierno Aznar no era otro que el de criminalizar la lucha social, quería evitar la contra cumbre e inocular el miedo. Pero fracasaron. Hubo huelga general y más adelante el poderoso movimiento contra la guerra. Sin embargo, a nivel universitario si es verdad que la criminalización surtió efecto, al menos, durante un tiempo. A cinco estudiantes, algunos de ellos doctorandos, se les expulsó de sus carreras aplicando una ley franquista. Y el movimiento estudiantil universitario estuvo apagado, ya que, la represión policial y judicial y la criminalización mediática se cebó con la cabecera del movimiento hasta entonces. Tardó algún tiempo en levantarse y organizarse de nuevo, pero al final el movimiento estudiantil, la lucha por una Universidad Pública, la lucha por una educación científica, laica, de calidad, gratuita sigue viva en el viejo edificio de la Fábrica de Tabacos sevillana.

No faltan estudiantes en los piquetes sindicales, no faltan universitarios en la sección sindical del SAT, y de todo ello, somos deudores, todos nosotros, de aquellos que en 2002 se atrevieron a luchar y levantaron su voz para decir, una vez más, NO. Gracias, compañeras y compañeros.

No hay comentarios: