Las ostias consagradas contienen sustancias o estos de PP nacieron con la hijaputez
adquirida. Sólo así se puede explicar que nos insten a rezar a la
Virgen del Rocío para acabar con el paro; que nos dediquen un “qué se
jodan”, en el momento en el que están recortando la prestación por
desempleo; o que el presidente de la Comunidad de Madrid apele a la
“unidad y firmeza contra nuestros adversarios”.
“Sin complejos. Por Madrid y por España.” arenga Ignacio González, el
sucesor a dedo de Esperanza Aguirre, justo cuando Madrid y España
están siendo vendidos a capitales extranjeros que harán negocio con la
enfermedad y la pobreza extrema de las víctimas de estos católicos que
reciben al Papa con oropeles y a sus conciudadanos con balas de gomas y a
porrazos.
La violencia verbal de esta derecha se asemeja a la saña que usan los
asesinos justo después de perpetrar su fechoría. No tienen suficiente
con ver a gente dormir debajo de los puentes o discapacitados amarrados
para exigir su mísera prestación social. Como los psicópatas, para
terminar su plan criminal necesitan hacer ostentación de su crueldad.
No se trata ya de que sean de derechas, existen muchos ciudadanos de
derechas que son buenas personas y aún conservan intacta la humanidad,
estos líderes del PP son, simplemente, malas personas anudadas en
elegantes corbatas y con mechas más finas que su moral.
No tienen bastante con arruinar el futuro de sus jóvenes aventureros
que se exilian para emular al Coronel Tapioca, ni con haber arruinado
las cajas de ahorros que han gestionado y que rescatan con el dinero que
sustraen de los institutos y hospitales. El grado de maldad de esta
derecha cerril necesita asestar un último tiro de gracia para rematar la
faena.
Lo hacen “sin complejos” para que sus desgraciados súbditos no
olviden que todavía pueden salir los tanques a disparar. Intentaron
democratizarse a fuerza de marketing pero la crisis los ha devuelto a su
origen. El nivel de putrefacción y sadismo de esta derecha franquista
tiene connotaciones criminales.
Sólo la mente de un psicópata puede apelar a la firmeza –que claro
está, se refiere a la firmeza de la violencia policial- el mismo día en
el que miles de madrileños gritan en la calle contra la privatización de
la sanidad pública. Franco murió, pero no el Franquismo: estamos
gobernados por sus herederos.
Tanta misa, tanta escuela privada, tantos
viajes al Vaticano, tanta procesión y tanto Opus Dei para acabar siendo
más malos que un dolor.
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