Tras el torbellino causado en la opinión pública por Botsuana y sus circunstancias, hoy cada cual volverá a la angustia que genera la crisis en una inmensa mayoría de la población. Parece un sarcasmo, pero volvemos a la civilización, aunque pasaremos de la selva virgen a los parqués. De los elefantes a los tiburones; se reanudará la presión que acreedores y especuladores ejercen sobre la deuda pública y la Bolsa. Y para recuperar la rutina y que nada nos resulte inusual, los dos grandes partidos políticos de este país harán gala de nuevo de su maestría en el arte de la deslealtad institucional. Ya saben la máxima: es imposible llegar a ningún acuerdo por culpa del otro. Con estos mimbres abrimos la tienda esta semana.
Una semana en la que conoceremos con detalle cómo piensa el Gobierno reducir los 7.000 millones de euros que quiere ahorrar en sanidad. El miércoles tiene la ministra Mato una cita con sus homólogos de las autonomías en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, para concretar medidas. Un corresponsal particular que un servidor tiene para conocer la realidad de los países nórdicos me previene que en Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca, además de pagar más impuestos que en España, se abona una parte de la farmacia, la atención primaria, la consulta al especialista y la hospitalización.
Se trata del mismo corresponsal, ya jubilado y residente en Almería, que desmintió hace un par de meses la afirmación del vicepresidente de la CEOE José Luis Feito de que si a un parado finlandés le ofrecían un trabajo en Laponia y no aceptaba, le cancelaban la prestación. Ahora apunta en la dirección contraria. Y me aporta mucha información, que resumo: “Salvo en las rentas más bajas, en Finlandia los jubilados pagan impuestos, medicinas y servicios de ambulatorio, como los trabajadores en activo. Las medicinas se liquidan en la farmacia, con una reducción en función de su cuantía. La gente con menos ingresos tiene una devolución y quienes padecen enfermedades graves pagan una cantidad ínfima.
“En Suecia, en la consulta del médico se paga de 65 a 200 coronas (de 7,10 a 21,90 euros), por los cuidados de ambulatorio se puede pagar de 6,60 a 21,90 euros, en la consulta del especialista, de 13,20 a 35,10 euros. En la farmacia, hay medicamentos que abona el paciente en su totalidad, y reducciones del 50, 75, 90 y el 100% en diversos tramos. La hospitalización se paga por día a 80 coronas (unos nueve euros). En Dinamarca los precios son parecidos. En Noruega, el usuario paga más”. Añado de mi cosecha que las aportaciones de los pacientes tienen límites anuales tanto en atención sanitaria como en farmacia.
Conviene tener estos datos presentes en la semana del copago o repago, como se quiera llamar. La propuesta de Mato traerá polémica
Una semana en la que conoceremos con detalle cómo piensa el Gobierno reducir los 7.000 millones de euros que quiere ahorrar en sanidad. El miércoles tiene la ministra Mato una cita con sus homólogos de las autonomías en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, para concretar medidas. Un corresponsal particular que un servidor tiene para conocer la realidad de los países nórdicos me previene que en Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca, además de pagar más impuestos que en España, se abona una parte de la farmacia, la atención primaria, la consulta al especialista y la hospitalización.
Se trata del mismo corresponsal, ya jubilado y residente en Almería, que desmintió hace un par de meses la afirmación del vicepresidente de la CEOE José Luis Feito de que si a un parado finlandés le ofrecían un trabajo en Laponia y no aceptaba, le cancelaban la prestación. Ahora apunta en la dirección contraria. Y me aporta mucha información, que resumo: “Salvo en las rentas más bajas, en Finlandia los jubilados pagan impuestos, medicinas y servicios de ambulatorio, como los trabajadores en activo. Las medicinas se liquidan en la farmacia, con una reducción en función de su cuantía. La gente con menos ingresos tiene una devolución y quienes padecen enfermedades graves pagan una cantidad ínfima.
“En Suecia, en la consulta del médico se paga de 65 a 200 coronas (de 7,10 a 21,90 euros), por los cuidados de ambulatorio se puede pagar de 6,60 a 21,90 euros, en la consulta del especialista, de 13,20 a 35,10 euros. En la farmacia, hay medicamentos que abona el paciente en su totalidad, y reducciones del 50, 75, 90 y el 100% en diversos tramos. La hospitalización se paga por día a 80 coronas (unos nueve euros). En Dinamarca los precios son parecidos. En Noruega, el usuario paga más”. Añado de mi cosecha que las aportaciones de los pacientes tienen límites anuales tanto en atención sanitaria como en farmacia.
Conviene tener estos datos presentes en la semana del copago o repago, como se quiera llamar. La propuesta de Mato traerá polémica
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