viernes, 23 de noviembre de 2012

Acebes dice que Deloitte no puso objeción a las cuentas maquilladas de Bankia

El exministro y exsecretario general del PP Angel Acebes declaró este jueves al juez Fernando Andreu, instructor del 'caso Bankia', que la auditora Deloitte no planteó salvedades previas a las cuentas aprobadas por la entidad en marzo de 2012 que arrojaron unos beneficios de 305 millones de euros, y que, dos meses después, tuvieron que ser reformuladas detectando pérdidas por valor de 2.900 millones.

La relevancia de Acebes, imputado en la causa junto a otros 32 exconsejeros de Bankia o, como él, del Banco Financieros y de Ahorros (BFA), es que fue el presidente de la Comisión de Auditoría de la entidad entre junio de 2011 y abril de 2012.


Como tal, fue el encargado de informar al Consejo, el 29 de marzo de 2012, de las apreciaciones realizadas por la auditora externa Deloitte tres días antes sobre las cuentas.

Según informaron fuentes jurídicas, la versión de Acebes ante el juez instructor de la Audiencia Nacional es que Deloitte no fórmulo salvedades a las cuentas, ni sugirió la necesidad de hacer provisión de fondos, y sólo transmitió que había "cuestiones pendientes" pero aparentemente de orden menor, como falta de información de algunas cajas o temas informáticos.

Acebes, que no estaba en la entidad cuando se produjo la fusión ni la salida a Bolsa, abandonó el Consejo el 24 de abril de este año, tras ser nombrado consejero de Iberdrola, lo que entendió que no era compatible con el otro puesto. Dijo al juez que cobró 163.000 euros del grupo Bankia en 2011, año en el que estuvo cinco meses en la entidad.

A tenor de la falta de advertencias por parte de Deloitte o del Banco de España -el exministro aseguró que nadie de este organismo se puso en contacto con él durante sus ocho meses en Bankia-, declaró que se fue "tranquilo" tras presentar la dimisión, pese a que sólo quince días después se destapó el agujero.

Acebes detalló que se reunió con el socio de Deloitte Francisco Celma el 26 de marzo de este año, y que las cuentas que le presentó eran coincidentes con las que manejaba la entidad.

El abogado de Unión Progreso y Democracia Andrés Herzog afirmó que la declaración de Acebes confirma la línea mantenida por varios imputados de responsabilizar a Deloitte de la falta de información sobre los problemas de la entidad. En ese sentido, fuentes jurídicas manifiestan que varias partes personadas, entre ellas la Fiscalía Anticorrupción, tienen mucho interés en la declaración que preste en su día el socio de Deloitte Francisco Celma, que será llamado como testigo.

Después de Acebes, declaró también como imputado el exvicepresidente de Bankia y de BFA Francisco Pons, nombrado en enero de 2012 para cubrir la vacante del expresidente del Banco de Valencia José Luis Olivas.

Expresidente de la Asociación de Empresarios de Valencia, Pons explicó que fue nombrado en Bankia para hacer de puente con el empresariado de la zona, preocupado por la integración de Bancaja en Bankia y el consiguiente traslado a Madrid de la dirección de la entidad.

Fuentes jurídicas destacaron que el compareciente justificó la reformulación de las cuentas de la entidad en el plazo de dos meses -marzo a mayo de 2012- en el deterioro de la situación económica general del país.

También señaló que, el 9 de mayo de 2012, al producirse el relevo de Rato por Goirigolzarri en la Presidencia de la entidad, varios vocales pidieron que constara en acta que dejaban el Consejo a petición del nuevo presidente y no 'de motu proprio'.

Abucheado como "ladrón"

El exministro del Interior fue abucheado y recibido a su llegada a la Audiencia Nacional con gritos de "¡ladrón!" por una treintena de afectados por las preferentes de Bankia, que lo esperaron también a su salida. Acebes estaba protegido por un amplio dispositivo policial. En los carteles que portaban los manifestantes se podía leer, entre otros mensajes, "Acebes, ladrón por connivente y partícipe en el Consejo", "Bankia ladrones", "Queremos justicia" o "Bankia preferentes, robo a los ancianos". Cuando el exministro se montó en el coche oficial, los manifestantes increparon a los ocho policías que custodiaban las puertas de la Audiencia por "proteger a los ladrones".

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