Parece ser que nuestro presidente de gobierno en cooperación necesaria con la oposición y con el jefe del estado han hecho giras por alguno de los países que recientemente se han rebelado contra sus déspotas para exportarles nuestro modelo de transición.
Algunos pensamos que ya está bien de sacar a pasear nuestro modelo de transición antidemocrática, que se ha convertido en un modelo de impunidad para los perpetradores de violaciones masivas de derechos humanos.
No sabe uno a qué se debe el orgullo de tantos monárquicos en este país, pues no son demócratas. España no ha querido cumplir ninguna de las obligaciones que impone el derecho internacional en los casos de crímenes de esa humanidad como los cometidos masivamente por los “los traidores y rebeldes contra la democrática II REPÚBLICA”.
La Ley de Amnistía y la llamada “Ley de la Memoria Histórica” se están utilizando en nuestro país como leyes de punto final, lo que está expresamente prohibido por las convenciones internacionales. A nuestros jueces y forenses les han sacado los colores en Latinoamérica cuando han ido a “explicar” en algunos países cómo tienen que pasar de una dictadura a una democracia desde la incómoda posición de ser España el segundo país del mundo en número de desaparecidos, después de la Camboya del Pol Pot.
¿Qué va a explicar el Presidente en estos países que han tenido el coraje de rebelarse contra sus dictadores?, ¿cómo dejar todo “atado y bien atado” para que ningún dictador pague por sus crímenes? Desde luego, en materia de impunidad, España puede dar bastantes lecciones, desde cómo hacer leyes de punto final hasta cómo desactivar el principio de justicia universal, empezando por cómo hacer una ley supuestamente para colaborar con la Corte Penal Internacional que tenga un truco por el que en realidad la colaboración es una tomadura de pelo (artículo 7.2), hasta cómo modificar cuestiones esenciales “por la puerta de atrás”, y me refiero al serio recorte al principio de justicia universal que se había instaurado en el artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y que se recortó drásticamente en 2010 con la modificación de ese principio desde una reforma ¡de la oficina judicial!
Pero todavía no acaban las lecciones en materia de impunidad, que puede extenderse también al ámbito fiscal. El Presidente, en nombre de J.C.Borbón y F.Borbón puede explicar también cómo hacer que las grandes empresas y los grandes fortunas no paguen prácticamente impuestos, y como botón, ahí está ExxonMobil Spain: 10.000 millones de beneficios en dos años con un solo trabajador y sin dejar un euro al fisco.
Y, por si fuera poco, también puede dar lecciones sobre cómo hacer y mantener una ley electoral que asegure que ningún partido que amenace el orden capitalista desde la izquierda tenga opciones de llegar al poder. ¡Verdaderamente hay que tener cara dura para ir a dar lecciones de democracia por ahí!, cuando en España carecemos de democracia plena. Tenemos una jefatura del Estado monárquica, arcaica, hereditaria, contraria a los principios de la democracia. ¿Qué entienden los del PPSOE por democracia?.
Intencionadamente, tienen los conceptos equivocados con el fin de someter al pueblo a la ignorancia más supina, y, además, por la fuerza de las armas. No es estar en un país democrático participar en elecciones cada cuatro años, carecer de elecciones presidenciales y estar sometidos a una jefatura del Estado antidemocrática y fascista monárquica.
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