jueves, 5 de abril de 2012

Suicidio público por la crisis en Grecia.

El jubilado griego que se suicidó este miércoles ante el parlamento griego pegándose un tiro pegó dejó una papeleta en que pide culpar de su muerte al Gobierno, comunicó la televisión nacional de Grecia. Y el caso es que su muerte han provocado los disturbios más graves en Grecia desde hace algunas semanas.

Un suceso espeluznante que vuelve a colocar a Grecia ante una verdadera batalla campal en Atenas. Y es que si este jubilado culpa al ejecutivo heleno de una situación desesperada que le llevó al suicidio, miles de friegos han seguido la estela por el camino de la violencia y los disturbios. No en vano, la nota encontrada en un bolsillo de ese farmaceútico de 77 años dice: "El Gobierno ha destruido toda esperanza para mi supervivencia. No conseguí que se haga la justicia. No encuentro otro método de lucha. Prefiero morir dignamente a buscar comida ente la basura", cita la cadena televisión lo escrito por el hombre antes de morir.

Ese hombre Dimitris Christoulas, de 77 años, comido por las deudas, se pegó un tiro en la sien y murió a escasos metros del Parlamento poco antes de las nueve de la mañana de este miércoles, en plena hora punta en el kilómetro cero ateniense. Fue un suicidio público que ha desatado una ola de cólera y dolor en una Grecia asfixiada por los recortes.
En su nota, además, dice que el gobierno "aniquila cualquier esperanza de supervivencia" con sus medidas de ajuste. Según la edición digital del diario To Vima, el pensionista escribe: "Creo que los jóvenes sin futuro algún dia cogerán las armas y en la plaza Sintagma colgarán a los que traicionaron a la nación, como hicieron los italianos con Mussolini en 1945". El equivalente del fascista italiano es, según el texto, el "Gobierno de ocupación" de Atenas, al que el pensionista añade el epíteto "Tsolakoglu", en referencia al primer ministro que colaboró con los nazis durante la invasión por estos del país en 1941.

Y MÁS VIOLENCIA EN LA CALLE.
El movimiento de los aganaktismeni -indignados- ha enarbolado este suicidio como nueva bandera, pero la convocatoria de una concentración ante el Parlamento bajo el lema "no nos acostumbremos a estas muertes", terminó ya entrada la noche con enfrentamientos entre grupos de encapuchados y las fuerzas antidisturbios. La policía practicó una docena de detenciones.
Y mientras, los griegos llevan flores y velas al lugar donde se produjo la tragedia.

Artículo e imagen obtenidas en Qué¡

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