¿Contradicción? IU dice que no permitirá que gobierne la derecha, pero sí el PSOE
El Consejo Político Federal de IU, su máximo órgano entre congresos,
dejó hoy claro que la coalición impedirá en Andalucía la llegada del
popular Javier Arenas a la presidencia de la Junta y que en Asturias
hará todo lo que esté en su mano para que tampoco haya un presidente de
la derecha, bien sea la popular Mercedes Fernández o el líder de Foro
Asturias, Francisco Álvarez Cascos.
El coordinador federal, Cayo Lara, en un informe político aprobado por amplia mayoría, y los líderes andaluz, Diego Valderas, y asturiano, Jesús Iglesias, en sus discursos ante el plenario, aseguraron que en estas dos comunidades no hay riesgo alguno de 'rebelión a la extremeña', federación donde los tres parlamentarios que IU obtuvo en las autonómicas de mayo de 2011, en contra de las órdenes de la dirección federal y después de consultar a las bases en referéndum, se negaron a investir con sus votos al candidato socialista y permitieron con la abstención la llegada a la presidencia del popular José Antonio Monago.
Lara, tras felicitarse por el importante ascenso de las siglas, aseguró que van a cumplir con el compromiso electoral de no permitir gobiernos de la derecha y con el objetivo de parar «la marea azul» del PP tanto en Despeñaperros como en los Picos de Europa.
Sin citar a Extremadura, pero en un evidente sobreentendido, señaló que «en este caso» tiene la certeza de lograrlo porque «vamos a trabajar de la mano» con las direcciones andaluza y asturiana.
Su mensaje se vio corroborado minutos después por Valderas, que explicó que en su federación hay una «gran cohesión», aunque existan matices, sobre la decisión de abordar una negociación que lleve a la presidencia de la Junta al socialista José Antonio Griñán y que van a compartir sus decisiones «con el proyecto federal».
Indicó que una vez claro que «la derecha no va a pasar», ahora «quedan abiertas todas las posibilidades» de pacto con el PSOE: acuerdo de investidura, de legislatura o Gobierno de coalición. No obstante, en tono de advertencia a Griñán dijo que, cumplido el primer objetivo, parar al PP, queda el segundo: «Desterrar las políticas de rosa desteñido de San Telmo», en referencia a la sede de la presidencia de la Junta, desde hace 30 años ocupada por el PSOE.
Valderas, que anticipó que pedirán la presidencia del Parlamento, dio la impresión de no descartar un Ejecutivo de coalición cuando dijo que «no podemos huir tras el adelante que nos han dado los andaluces; no vamos a huir de nuestra responsabilidad».
En una línea política muy similar y también convergente con la de la dirección federal se movió el discurso y el compromiso de Iglesias con un gobierno de izquierdas, quien, sin embargo, tuvo que admitir que en el Principado, al final, «UPyD decide».
Es el partido de Rosa Díez, con un solo parlamentario, el único capaz de romper el empate a 22 que formarían los bloques PSOE-IU y Foro-PP e, incluso, de obligar a repetir los comicios si se abstiene. Iglesias, pese a todo apostó porque es Javier Fernández, el candidato socialista, quien «tiene más posibilidades» de presidir el próximo Gobierno asturiano.
La razón fundamental, además de que no ve demasiados problemas para que cuente con el apoyo de IU, al menos en la investidura, es que no tiene claro que cuaje una alianza Foro-PP. «La derecha sigue en la bronca», comentó. En su opinión, es más difícil un acuerdo entre ambas formaciones incluso que antes de las elecciones, cuando su imposibilidad llevó a Cascos a convocar los comicios.
El coordinador asturiano cree que tras el recuento de votos «son más débiles y se culpan mutuamente de los malos resultados que han obtenido».
Como en el caso de Valderas, dejó todas las puertas abiertas a la negociación con el PSOE y también avisó de que serán exigentes.
El cuarto protagonista del Consejo Político, a su pesar, fue el coordinador extremeño, Pedro Escobar. Un día más aseguró que su federación va a resistir las presiones internas y externas que le piden que siga el camino de andaluces y asturianos, eche a Monago y permita el retorno al Gobierno de los socialistas. Escobar reivindicó de nuevo «su pequeño espacio de autonomía» interna y pidió que al menos se reconozca la opción «de no apoyar alguna vez al PSOE». «Alguna vez habrá que duejarlo caer, que se lo ha ganado a pulso», resumió.
El coordinador federal, Cayo Lara, en un informe político aprobado por amplia mayoría, y los líderes andaluz, Diego Valderas, y asturiano, Jesús Iglesias, en sus discursos ante el plenario, aseguraron que en estas dos comunidades no hay riesgo alguno de 'rebelión a la extremeña', federación donde los tres parlamentarios que IU obtuvo en las autonómicas de mayo de 2011, en contra de las órdenes de la dirección federal y después de consultar a las bases en referéndum, se negaron a investir con sus votos al candidato socialista y permitieron con la abstención la llegada a la presidencia del popular José Antonio Monago.
Lara, tras felicitarse por el importante ascenso de las siglas, aseguró que van a cumplir con el compromiso electoral de no permitir gobiernos de la derecha y con el objetivo de parar «la marea azul» del PP tanto en Despeñaperros como en los Picos de Europa.
Sin citar a Extremadura, pero en un evidente sobreentendido, señaló que «en este caso» tiene la certeza de lograrlo porque «vamos a trabajar de la mano» con las direcciones andaluza y asturiana.
Su mensaje se vio corroborado minutos después por Valderas, que explicó que en su federación hay una «gran cohesión», aunque existan matices, sobre la decisión de abordar una negociación que lleve a la presidencia de la Junta al socialista José Antonio Griñán y que van a compartir sus decisiones «con el proyecto federal».
Indicó que una vez claro que «la derecha no va a pasar», ahora «quedan abiertas todas las posibilidades» de pacto con el PSOE: acuerdo de investidura, de legislatura o Gobierno de coalición. No obstante, en tono de advertencia a Griñán dijo que, cumplido el primer objetivo, parar al PP, queda el segundo: «Desterrar las políticas de rosa desteñido de San Telmo», en referencia a la sede de la presidencia de la Junta, desde hace 30 años ocupada por el PSOE.
Valderas, que anticipó que pedirán la presidencia del Parlamento, dio la impresión de no descartar un Ejecutivo de coalición cuando dijo que «no podemos huir tras el adelante que nos han dado los andaluces; no vamos a huir de nuestra responsabilidad».
En una línea política muy similar y también convergente con la de la dirección federal se movió el discurso y el compromiso de Iglesias con un gobierno de izquierdas, quien, sin embargo, tuvo que admitir que en el Principado, al final, «UPyD decide».
Es el partido de Rosa Díez, con un solo parlamentario, el único capaz de romper el empate a 22 que formarían los bloques PSOE-IU y Foro-PP e, incluso, de obligar a repetir los comicios si se abstiene. Iglesias, pese a todo apostó porque es Javier Fernández, el candidato socialista, quien «tiene más posibilidades» de presidir el próximo Gobierno asturiano.
La razón fundamental, además de que no ve demasiados problemas para que cuente con el apoyo de IU, al menos en la investidura, es que no tiene claro que cuaje una alianza Foro-PP. «La derecha sigue en la bronca», comentó. En su opinión, es más difícil un acuerdo entre ambas formaciones incluso que antes de las elecciones, cuando su imposibilidad llevó a Cascos a convocar los comicios.
El coordinador asturiano cree que tras el recuento de votos «son más débiles y se culpan mutuamente de los malos resultados que han obtenido».
Como en el caso de Valderas, dejó todas las puertas abiertas a la negociación con el PSOE y también avisó de que serán exigentes.
El cuarto protagonista del Consejo Político, a su pesar, fue el coordinador extremeño, Pedro Escobar. Un día más aseguró que su federación va a resistir las presiones internas y externas que le piden que siga el camino de andaluces y asturianos, eche a Monago y permita el retorno al Gobierno de los socialistas. Escobar reivindicó de nuevo «su pequeño espacio de autonomía» interna y pidió que al menos se reconozca la opción «de no apoyar alguna vez al PSOE». «Alguna vez habrá que duejarlo caer, que se lo ha ganado a pulso», resumió.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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