Los mineros aragoneses que participan en la marcha negra han llegado a la doceava etapa más unidos que nunca. Aseguran que este lunes sufrieron un "fuerte golpe" tras la reunión con el ministro Soria. Sin embargo, han tirado para adelante con más fuerzas y con ganas de llegar a Madrid, donde van a estar hasta que se solucione el conflicto.
“La gente estaba un poco abatida, pero sin ningún percance. Ahora mismo somos una piña y el que está un poco bajo de moral lo tienes que ayudar y él te ayudará cuando te ocurra a ti. Tenemos rato para todo, pero ahora estamos muy animados. Somos mineros y somos especiales”, ha explicado Balaguer.
Faustino Balaguer ha aclarado que los mineros no se van a rendir y que van a ir hasta el final: “Primero por nosotros, por los compañeros encerrados y por toda la gente que arrastramos”. Además, ha añadido que no pueden ahora “abandonar todo lo que hemos conseguido”. La solución, según Balaguer, tiene que ser una en la que no haya ni vencedores ni vencidos. “No quiero una medalla, yo quiero trabajar, disfrutar del verano y sacar carbón”, ha puntualizado el minero.
Esta 12ª etapa ha empezado a las 7.30 horas en Alcolea del Pinar y ha terminado en Algora (Guadalajara) sobre las 13.00 horas. A su llegada a este pueblo han tenido problemas debido a que en el Ayuntamiento se estaba celebrando un pleno y no han podido instalarse hasta las 18.00 horas.
El miércoles vuelven a emprender la marcha hacia Ledanca, otro pueblo pequeño de 40-50 personas, pero a partir del jueves las localidades empiezan a ser más grandes y los mineros serán recibidos por más gente y “nos han dicho que con alguna sorpresa”, ha señalado Balaguer. Además, han dicho que la entrada en Madrid va a ser todo un éxito. Balaguer ha añadido que en la capital van a estar hasta que se solucione el conflicto.
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