miércoles, 29 de febrero de 2012

Entrevista a Diego Cañamero, portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

"El futuro de Andalucía y de los pueblos pasa por la rebelión"






Diego Cañamero, portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha estado en Euskal Herria invitado por LAB. Tras visitar varias poblaciones de Euskal Herria, ayer mismo estuvo en Baiona y por la tarde participó en la manifestación de Bilbo. En la entrevista con GARA recuerda que por reivindicar una sociedad más justa y una distribución de las tierras están siendo reprimidos y encarcelados.
Diego Cañamero, portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), es directo. Sufrió la represión del dictador Franco, pero después también le está pasando lo mismo con cada uno de los inquilinos que han pasado por La Moncloa. «Nos califican de extrema izquierda, pero yo siempre digo que somos de la extrema necesidad. Ellos intentan así criminalizarnos, aislarnos de la gente. Pero solo intentamos ser la voz de los sin voz, ser portavoces de las necesidades de la gente que está sufriendo el drama del paro, los desahucios y la explotación extrema», indica Diego Cañamero. El SAT cuenta con 20.000 afiliados y fue creado en 2007. Es una confluencia de diversas organizaciones, colectivos y sindicatos. Entre otros, el Sindicato de Obreros del Campo (SOC).

¿A qué se debe la visita del Sindicato Andaluz de Trabajadores a Euskal Herria?
Venimos invitados por LAB a explicar la situación que vive Andalucía y a mostrar la enorme represión que el poder ha desplegado contra nuestro sindicato. No está siendo conocida en muchos lugares. Nos sentimos acorralados por parte de los gobiernos y la Junta de Andalucía. Tenemos muchos juicios, peticiones de cárcel, sobre todo, por realizar una acción sindical dentro del marco constitucional. Nuestras luchas son pacíficas, no hay ni sabotajes ni violencia. Ese ensañamiento contra nuestra organización traspasa los límites. Tenemos más de 350 personas procesadas; tenemos multas acumuladas por más 400.000 euros. No podemos hacerle frente, nos embargan las casas, coches... Pedimos solidaridad ante esta represión tan dura y brutal, sin ninguna justificación. Manejan «listas negras» y condenan a compañeros que no han estado ni en las acciones de protesta. Somos un sindicato pacífico, pero nuestras acciones son profundas y consecuentes. Ocupamos la vía férrea, el aeropuerto, los bancos, los periódicos, etc denunciando las injusticias crecientes que ocurren en el pueblo andaluz
¿Por qué se ven obligados a hacer eso?
Estamos en una tasa de empleo del 32%. Tenemos 1,4 millones de demandantes de empleo. Un 54% de la población joven está en paro. En algunas comarcas el desempleo llega al 40%. Es un drama y una alarma social. Ante eso no podemos tocar las palmas. Ellos quieren que Andalucía sea el Rocío, Jesulín de Ubrique y poco más.
¿Quiere decir que el poder solo le interesa que se conozca la parte folklórica?
Eso es, la parte real la niegan y ocultan. Estamos intentando que no la oculten. Tenemos el 25 de marzo elecciones autonómicas. Andalucía tiene 8,2 millones de habitantes, agricultura fabulosa y clima fabuloso. Se puede cultivar todo, pero el 50% de toda la tierra está en manos de terratenientes, que son un 2%. Los terratenientes nunca se preocuparon de transformar la agricultura y que el valor añadido se quedara en nuestra tierra. No se transforman productos, a pesar de que en determinados productos como el algodón el 90% está allí, pero no hay fábrica textil. Tenemos 40.000 hectáreas de naranjos, pero ninguna fábrica de zumos... nos pasa con muchos productos. Se ha utilizado siempre para exportación, no para transformación.
¿No se han preocupado por salir hacia adelante?
Así es. Ni la iniciativa privada, ni los gobiernos. Lo mismo que de Andalucía solo aparece el folklore, nuestro Gobierno autonómico es folklórico vive de eso, de las cuñas publicitarias donde dice que Andalucía es la primera, que se va a producir una segunda modernización, pero es imposible porque no tenemos estructuras económicas sólidas, Se basa en le turismo y en el negocio inmobiliario, con el que se se han cargado la costa. Los gobiernos en manos del PSOE llevan más de 30 años dirigiendo al pueblo andaluz, pero este partido se ha convertido en una empresa. Nosotros le decimos «la psoe», como dices «la peugeot», por ejemplo. No tiene ideología, sino que tiene una estructura grandísima y necesitan alimentar todos esos estómagos agradecidos que han creado y los chiringuitos. Necesitan ganar las elecciones para seguir satisfaciendo a toda esa guardia pretoriana que tienen a su alrededor. Ha llegado un momento que se ha corrompido tanto que les es imposible salir de ahí. Hay brotes de corrupción generalizada, como el tema de los ERE, que tiene magnitud tremenda de gente que no ha pisado la fábrica, pero que ha cobrado de las arcas públicas.
¿Hay alternativa a ese modelo de sumisión ante los poderosos, los terratenientes y los apoltronados?
Sí. La tierra es fundamental.
¿La tierra es para quien la trabaja?
Nosotros más que decir para quien la trabaja, decimos que sea pública, del Estado, de la Junta de Andalucía, de los ayuntamientos. Somos un pueblo trabajador. Una de las cosas es la tierra, pero también hay alternativa con la repoblación forestal, para evitar que aumenten las zonas desérticas y para atraer las lluvias. También propiciamos la creación de cooperativas y reivindicamos los bancos públicos para iniciativas de autónomos y de cooperativistas. Pero también apostamos por el control del agua, que es un bien escaso, pero no debe malgastarse.
¿Qué quieren conseguir con la tierra?
A corto plazo, que las tierras que son públicas no se vendan a los terratenientes. Potenciación de movimientos sociales y una producción de calidad, mejorar la red de comercialización y, sobre todo, orientar el producto para que no se dispare a un 1.500%. También tenemos entre nuestros objetivos la soberanía alimentaria. Estamos en Vía Campesina y COAG.
¿A nivel social, que objetivos tiene el SAT?
Que los subsidios agrarios lleguen a 10 meses para los menores de 52 años y a 12 meses para los mayores de 52 años. Queremos que las hipotecas, mientras que las personas no cuenten con salarios que superen el salario mínimo interprofesional (SMI), que no paguen más que el interés, no los costes del préstamo. Lo hacemos así para que los bancos no pierdan, aunque es cierto que nunca perdieron. También pedimos que la jubilación sea a los 60 años en agricultura, pesca, construcción, y que las pensiones no estén por debajo del SMI, porque la pensión media en el campo es de 570 euros y el SMI es de 641,40 euros. También proponemos que baje el precio del gasóleo, del gas y de la electricidad por decreto.
¿La reforma agraria es una prioridad para el SAT en estos momentos?
Sí, pero las instituciones no están por esa labor. Tendrá que llegar por la propia voluntad del pueblo, luchando hasta determinar que es un don de la naturaleza, no una mercancía. Que tiene que estar al servicio de las personas, pero debe ser fuente de alimentación del pueblo, que no se prostituya, no se introduzcan los trasgénicos. También creemos que es necesario que no se cierren las fábricas, si ocurre así, que sean los gobiernos los que se hagan cargo de las mismas para que no aumente el paro.
¿Qué futuro tiene Andalucía?
El futuro de Andalucía es la rebelión de la gente. Mientras la gente no se rebele, no habrá futuro, tanto en Andalucía como en otros pueblos. Se trata de tomar la calle contra la injusticia, la indignidad y para transformar unas tierras de la más ricas de Europa. Andalucía tiene muchas posibilidades, pero está en pocas manos. Tenemos que intentar que desaparezca esa Andalucía de la pandereta, intentamos que la población se levante y diga basta, no solo los jornaleros. No hemos tenido gobiernos con actitudes coherentes para el desarrollo de la tierra. Confiamos en que un día se levantarán y darán un puñetazo en la mesa. Por eso peleamos.
¿Falta mucho para eso?
Esperemos que no falte tanto. siempre reivindicamos la ilusión y la fe. Debemos trabajar con la gente, a pesar de las dificultades que tenemos, y la convertimos en militantes para propagar ideas justas, un día, más pronto que tarde, lo conseguiremos. Llevamos 35 años resistiendo. Dirigentes nuestros han pasado por la cárcel. He estado en la cárcel con el franquismo, con Suárez, con Calvo Sotelo, con Felipe González, con Aznar y con Rodríguez Zapatero. También muchos militantes han sufrido cárcel y represión por reivindicar la tierra, ocupar la tierra, entrar en un cortijo por denunciar la explotación de inmigrantes, pero también por realizar movilizaciones en contra de la crisis, ocupando bancos, aeropuertos o las vías del tren.
¿Al poder no le gusta el SAT?
No. Los máximos dirigentes sindicales nos hemos declarado insumisos judiciales. No atendemos a nada, ni denuncias, ni llamamientos de jueces, ¡que hagan lo que quieran! Eso provoca que nos pongan en busca y captura, y después me detienen. Cualquier día volverá a pasar. No es que los responsables del SAT no creamos en la Justicia, sino que no creemos en quienes la ejercen, porque vas a juicio y tienes la sentencia en el cajón, de forma previa. He tenido más de 50 juicios y me han detenido en más de 40 ocasiones. Sé lo que digo, porque lo he vivido en mis carnes, como otros compañeros.

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