El aeroplano, en el que viajan dos hombres de 50 y 51 años, impacta contra el suelo de la finca El Novillero. Los ocupantes resultan con lesiones leves.
Dos hombres de 50 y 51 años resultaron heridos leves en la tarde de ayer por un accidente mientras sobrevolaban con un ultraligero biplaza la pedanía de Tahivilla (Tarifa), cerca del kilómetro 60 de la N-340. La avioneta, por causas desconocidas, acabó impactando contra el piso de la finca tarifeña El Novillero sobre las 16:25 horas.
Ambos heridos fueron trasladados al hospital Punta Europa de Algeciras, aquejados de algunas contusiones aunque ciertas fuentes sitúan a uno de los implicados con un pronóstico más grave que el de su acompañante. No obstante, ambos acusaban fuertes golpes en la cabeza propios del choque.
Aunque se desconoce la causa por la que la avioneta colisionó contra el suelo, algunas hipótesis señalan a que un elemento extraño, posiblemente un cable eléctrico llegó a tocarse con alguna de las partes del ultraligero.
En cuanto a las identidades de los dos ocupantes del biplaza, tampoco han sido reveladas por parte de las autoridades. Fuentes no oficiales apuntaron a que la procedencia de los dos pasajeros (uno casi con toda seguridad) es de Tarifa. Uno de ellos, un vecino de Bolonia que ejerce de pediatra en el Centro de Salud de esa ciudad. Aunque no existen datos contrastados de la identidad de ninguno de ellos. Tras varias llamadas al Servicio de Emergencia 112, minutos más tarde, acudieron rápidamente al lugar del accidente. Concretamente un furgón de salvamento de bomberos procedentes de Tarifa, al menos tres patrullas de la Guardia Civil y dos vehículos sanitarios que trasladaron inmediatamente a los dos heridos al Hospital Punta Europa de Algeciras. La labor de los bomberos fue la de sofocar una fuga de combustible tras el impacto de la avioneta. Esta medida fue por simple precaución, ya que no se produjo ningún incendio en el aparato tras el impacto.
Aunque no existe versión oficial de la causa por la que colisionó el ultraligero contra el suelo, desde el servicio de bomberos tarifeño, uno de los primeros en llegar al lugar del accidente, barajaron la posibilidad de que la avioneta pudo haber rozado con algún cable de suministro eléctrico, ya fuese al aterrizar o despegar, y que ello hubiese provocado un desequilibrio en el aeroplano que finalmente derivó en una brusca caída. Otra de las fuentes consultadas por este diario afirmaron que el biplaza podría proceder de tierras sevillanas.
Por otro lado, varias fuentes a las que ha podido acceder este periódico sitúan al ultraligero en las cercanías de una zona privada muy cerca de Tahivilla, en la que existe una nave de almacenamiento de aeroplanos y una pista de aterrizaje que disfrutan varios utilitarios de este tipo de vehículos con asiduidad.
Ambos heridos fueron trasladados al hospital Punta Europa de Algeciras, aquejados de algunas contusiones aunque ciertas fuentes sitúan a uno de los implicados con un pronóstico más grave que el de su acompañante. No obstante, ambos acusaban fuertes golpes en la cabeza propios del choque.
Aunque se desconoce la causa por la que la avioneta colisionó contra el suelo, algunas hipótesis señalan a que un elemento extraño, posiblemente un cable eléctrico llegó a tocarse con alguna de las partes del ultraligero.
En cuanto a las identidades de los dos ocupantes del biplaza, tampoco han sido reveladas por parte de las autoridades. Fuentes no oficiales apuntaron a que la procedencia de los dos pasajeros (uno casi con toda seguridad) es de Tarifa. Uno de ellos, un vecino de Bolonia que ejerce de pediatra en el Centro de Salud de esa ciudad. Aunque no existen datos contrastados de la identidad de ninguno de ellos. Tras varias llamadas al Servicio de Emergencia 112, minutos más tarde, acudieron rápidamente al lugar del accidente. Concretamente un furgón de salvamento de bomberos procedentes de Tarifa, al menos tres patrullas de la Guardia Civil y dos vehículos sanitarios que trasladaron inmediatamente a los dos heridos al Hospital Punta Europa de Algeciras. La labor de los bomberos fue la de sofocar una fuga de combustible tras el impacto de la avioneta. Esta medida fue por simple precaución, ya que no se produjo ningún incendio en el aparato tras el impacto.
Aunque no existe versión oficial de la causa por la que colisionó el ultraligero contra el suelo, desde el servicio de bomberos tarifeño, uno de los primeros en llegar al lugar del accidente, barajaron la posibilidad de que la avioneta pudo haber rozado con algún cable de suministro eléctrico, ya fuese al aterrizar o despegar, y que ello hubiese provocado un desequilibrio en el aeroplano que finalmente derivó en una brusca caída. Otra de las fuentes consultadas por este diario afirmaron que el biplaza podría proceder de tierras sevillanas.
Por otro lado, varias fuentes a las que ha podido acceder este periódico sitúan al ultraligero en las cercanías de una zona privada muy cerca de Tahivilla, en la que existe una nave de almacenamiento de aeroplanos y una pista de aterrizaje que disfrutan varios utilitarios de este tipo de vehículos con asiduidad.
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