Un atropello brutal mientras se disputaba la prueba de MotoGP sesgó la vida del piloto italiano Marco Simoncelli, dejando el alma en vilo a los miles de asistentes al Gran Premio de Malaisia y destrozando a los componentes del paddock del mundial de motociclismo. El piloto italiano fue arrollado mientras intentaba controlar su Honda.
Simoncelli luchaba por mantener la cuarta posición con Álvaro Bautista cuando su moto, que calzaba una goma más duras que el resto de sus rivales, empezó a deslizarse. El italiano intentó evitar la caída con tan mala fortuna que acabó en medio de la pista siendo arrollado por el estadounidense Colin Edwards y su compañero y amigo Valentino Rossi, que nada pudieron hacer para evitarlo. Si el accidente ya revestía gravedad, la imagen posterior de un Simoncelli estirado en el suelo sin el casco hizo saltar todas las alarmas. Al momento se suspendió la prueba por parte de Dirección de Carrera y todos los pilotos volvieron a los boxes, muchos de ellos sin saber aún que había sucedido.
Simoncelli fue recogido inmediatamente por una ambulancia y trasladado a la clínica móvil que tras ver la seriedad de las heridas sufridas lo subieron a un helicoptero medicalizado para llevarlo a un hospital donde ofrecerle mejor asistencia. Su situación a la la salida de la clínica móvil era de estado crítico. Minutos después falleció. Dorna hizo oficial el deceso a las once de la mañana.
Descanse en paz.
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