La filial que controla Palmones cierra el periodo de enero a septiembre con un déficit de medio millón de euros · La filial norteamericana, única con ganancias, eleva el beneficio del grupo a 102,8 millones.
Acerinox SA, la filial del grupo que controla la factoría siderúrgica de Palmones, entra en pérdidas y volatiliza el beneficio de 15,5 millones de euros cosechado en el primer trimestre del ejercicio. Así se desprende del análisis del balance a 30 de septiembre difundido ayer por la compañía y en el que consta que la matriz del grupo cierra los nueve primeros meses del año con 0,5 millones de euros en negativo.
Aunque, en conjunto, el grupo siderúrgico declara unos beneficios hasta septiembre de 102,8 millones de euros (mayoritariamente obtenidos por su filial estadounidense), la sociedad matriz del grupo generó durante el tercer trimestre del año pérdidas valoradas en 12,4 millones de euros. Entre abril y junio fueron otros 3,7 millones de euros en números rojos. Ambos trimestres con déficit suponen la pérdida de los 15,5 millones de euros de ganancia que obtuvo de enero a marzo. La consolidación del déficit coincide con la aprobación del expediente laboral temporal (ERTE).
En el conjunto del grupo, Acerinox obtuvo un beneficio después de impuestos y minoritarios de 102,8 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 5,4% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, y espera poner en marcha en noviembre la primera fase de la planta malaya de Bahru Stainless. Durante el tercer trimestre, el grupo ha obtenido un beneficio de 960.000 euros, frente a los 33 millones del segundo trimestre y los 67 millones del primer trimestre del año. De las tres filiales productivas, la única con beneficios es North American Stainless (NAS).
A pesar de las malas cifras en Europa y Sudáfrica, Acerinox asegura que la fortaleza y la competitividad del grupo le permitirán cerrar el año con un buen resultado global. "Estamos convencidos de que la localización geográfica del negocio del grupo le permitirá compensar estos desajustes locales con la relativa fortaleza de otros mercados", valoró en su comunicado oficial en el que reconoce que la reactivación del mercado esperada para septiembre no se ha producido, "demorándose previsiblemente para el primer trimestre de 2012", agregó la compañía.
Ese cómputo en grupo de las filiales llevó a que las ventas aumentaran un 8,2%, hasta 3.621 millones, y el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situara en 315 millones, un 10% más. El beneficio neto de explotación fue de 175 millones, un 17% más.
La compañía destaca del tercer trimestre su política de reducción de capital circulante, que le ha permitido reducir la deuda en 212 millones, y el incremento en las líneas de crédito en vigor, lo que le permitirá afrontar con garantías las turbulencias del sistema financiero.
La empresa también sostiene que espera, pese a la incertidumbre y la escasa visibilidad, que se produzca un proceso de reactivación a comienzos del año que viene, a la vista de la demanda final y los niveles de inventarios de la siderúrgica.
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