jueves, 13 de diciembre de 2012

IU ante los intereses del régimen y el PSOE .

Lo han vuelto a hacer. Otro palo para quienes piensan que IU puede en algún momento convertirse en un partido de izquierdas coherente con una ideología de izquierdas, democrática y revolucionaria, que se aleje del circo electoral partidista y defienda algo más que sus propios intereses de partido. Como en aquella fábula de la rana y el escorpión, al final la naturaleza última de cada cual se acaba viendo reflejada en sus actitudes concretas.

IU desde hace muchos años solo ha servido para una cosa: mantener y dar vida al PSOE en los momentos de mayor dificultad del partido de Zapatero, Rubalcaba y compañía, sirviéndole de flotador siempre que ha habido una mínima posibilidad de que tal partido se ahogase. Ahora, obvio, no iba a ser diferente.


El PSOE es un partido en franca decadencia que ha perdido todo crédito entre la mayor parte de su propia base social histórica y que atreviesa por uno de los momentos más complicados de su historia. Pierde apoyos en todos los territorios del estado y elección tras elección su declive va a más. Por ello mismo, ahora pretenden erigirse de nuevo como líderes de un movimiento de oposición, desde la izquierda, al gobierno del Partido Popular. Prometen y prometen hacer todo lo que no hicieron durante los ocho años de gobierno de Zapatero, se muestran críticos con la banca, se oponen a las reformas laborales, van a manifestaciones contra los desahucios, critican los recortes en sanidad y educación, prometen revertir procesos privatizadores, apoyan huelgas generales, impulsan recursos ante el Constitucional frente a los Decretos del gobierno y lo que haga falta.

El PSOE sigue adelante con su farsa como si nada hubiera pasado en los últimos 10 años, como si ante el desgaste del PP fuese solo cuestión de tiempo que la mayor parte de la ciudadanía volviese a dar su apoyo al otro partido mayoritario, dentro del histórico juego bipartidista. No se dan cuenta que el hastío que existe en buena parte de la población con las actuaciones de ambos partidos durante estos últimos años pueden conducir a un escenerio similar al griego, donde, de una forma o de otra, el modelo bipartidista tradicional entre en jaque y nuevas fuerzas políticas con aspiraciones reales de alcanzar el gobierno, entren en juego.

Pero esto debería darnos igual a quienes nos sentimos de izquierdas, básicamente porque si el PSOE se hunde será una buena noticia para todos nosotros. Solo hay que ver cómo han gobernando en Andalucía durante las últimas décadas o el papel que han jugado en temas como la reforma constitucional de 2011, en las desarticulación del sistema productivo del estado en favor del ladrillo y el turismo de temporada, las reformas laborales que han hecho los diferentes gobiernos de este partido en sus dos etapas de mando, o la imposición por el gobierno de Zapatero de los recortes impuestos desde la troika, origen de la oledada de recortes que venimos sufriendo en la actualidad y que no se diferencian en nada de los aplicados por el gobierno del PP.

Sin embargo, lo realmente llamativo es que un partido como IU, al que las encuestas sitúan como tercera fuerza política en el conjunto del estado, en algunos casos a menos de 9 puntos de intención de voto respecto del PSOE y recortándole con cada nueva oleada de encuestas, no se haya enterado tampoco aún del nuevo escenario político que se está abriendo en el estado español. IU, lejos de comportarse como una verdadera alternativa de gobierno a los partidos tradicionales del régimen, sigue anclada en su papel de salvavidas del PSOE, actuando a la sombra de este y acatando en todo momento la estrategia y los tiempos políticos que va marcando el hasta ahora principal partido de la oposición. En ningún caso actúa como alternativa de gobierno sino con el espíritu de partido minoritario en el que tan cómodos parecen sentirse sus dirigentes.

Es más, ya si quiera parece que aspiren a comportarse como un partido de izquierdas. No de otra manera se puede catalogar lo que están haciendo en Andalucía, aplicando recortes por "imperativo legal", faltando a sus compromisos y promesas con trabajadores en conflictos laborales, enfrentándose con el colectivo de trabajadores públicos de la enseñanza y la sanidad y, en definitiva, asumiendo a la perfección su papel como bastón de apoyo para las políticas neoliberales impulsadas desde el PSOE-A.
 
Y no de otra manera se puede catalogar el esperpento que han llevado a cabo hoy a cuenta de la firma junto al PSOE y otras formaciones políticas de un recurso ante el Tribunal Constitucional por la no revalorización de las pensiones según el IPC llevada a cabo por el PP mediante un Real Decreto de efectos inmediatos. Un recurso que, en principio, iba a ser firmado por toda la oposición en su conjunto, dejando a un lado las diferencias políticas y centrándose en mostrar su rechazo común a la medida. No obstante, el partido neofalangista de Rosa Díez no estaba conforme con la presencia de Amaiur en la firma de dicho recurso y presionó al PSOE hasta el último momento para que finalmente se vetase la presencia de Amaiur en el mismo. El PSOE, por supuesto, como buen partido del régimen que es, aceptó. E IU, faltaría más, también.

IU se ha sumado así a la firma de un acuerdo que nace sobre la base de un veto de tintes fascistoides a la presencia de un partido democrático y de izquierdas en el acuerdo común. Aunque sus dirigentes traten de disimular su postura criticando el veto a Amaiur y argumentando que lo prioritario es defender los intereses de los pensionistas, lo cierto es que, con su firma, están validando y legitimando, una vez más, la estrategia del PSOE como supuesto líder de la izquierda opositora, así como poniéndose al lado de las imposiciones totalitarias de UPyD, frente a la defensa de un partido con el que teoría deberían compartir espacio ideológico.

Es decir, entre PSOE y UPyD, y Amaiur, IU ha elegido PSOE y UPyD. Entre democracia y vetos autoritarios, IU ha elegido los vetos autoritarios, lo quieran ahora revestir como lo quieran revestir. Entre Sabino Cuadra y Rosa Díez, han preferido ir de la mano de Rosa Díez. Esa es la pura y dura realidad.

IU vuelve así a mostrar su verdadero rostro. El de un partido integrado plenamente en el circo electoral e institucional para quien sus intereses de partido, el salir en la foto junto al PSOE, prevalecen frente a la defensa de los derechos democráticos y la lucha contra el bipartidismo neoliberal, la derecha reaccionaria de UPyD y las imposiciones antidemocráticas. Luego, eso sí, presentan querellas en defensa de los detenidos del 15-M y similares, como el no va más de su compromiso con la democracia.

Y es que, bien lo sabemos, hacerse la foto defendiendo al 15-M, el 25-S, o similares, queda muy bien y es muy llamativo entre cierto sector de la ciudadanía de la que se espera poder rascar un puñado de votos. En cambio, posicionarse al lado de Amaiur y solidarizarse activamente con él, no permitir que la derecha lo excluya del juego democrático y se puedan así salir con la suya personajes como Rosa Díez, ya no está tan bien visto en España. No vaya a ser que alguien diga que IU es ETA.

Hay gestos simbólicos que acaban por mostrar más de la línea política de un partido que todos los discursos grandilocuentes que se puedan dar de cara a la galería. IU lo vuelve a demostrar. Una vez más...

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