Como si esto ya no se hubiera hecho, el FMI brinda sus consabidas recetas para salir de la crisis: Bajar sueldos del sector público y privado, aumentar impuestos, eliminar subvenciones y algunas directivas más que el gobierno cumplirá a la brevedad.
También Christine Lagarde ha declarado que desaconseja más amnistías fiscales. Advierte acerca del incumplimiento de la meta de déficit público. Recomienda suprimir la deducción a la vivienda y eliminar los beneficios a empresas. Es decir, medidas de crecimiento ciento por ciento. Las mismas que prevalecen en Grecia, Portugal, Irlanda e Italia y que están acabando con las personas sumiéndolas en el más completo desamparo y miseria.
Así daban la noticia las agencias hace unas horas:
El Fondo Monetario Internacional pone deberes al Gobierno de Mariano Rajoy. El organismo dirigido por Christine Lagarde le pide dos medidas que aplicó el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y que el PP criticó con dureza desde la oposición. El Fondo reclama al Gobierno que suba ya el IVA (y los impuestos especiales) en lugar de esperar a 2013 y que apruebe lo antes posible una nueva bajada en el sueldo de los funcionarios para reducir el déficit. De otro modo, advierte, España sobrepasará “significativamente los objetivos” marcados en su plan de estabilidad y que el Ejecutivo se ha comprometido a cumplir.
Con los mercados pendientes de cualquier detalle relacionado con España, y en la víspera de otro fin de semana crucial para el euro, el FMI publica su análisis anual sobre la economía española. E insiste en lo evidente: “Las perspectivas son muy difíciles”. “La economía se encuentra en medio de una recesión con recaída sin precedentes, con el desempleo en niveles ya inaceptables, la deuda pública en rápido crecimiento y necesidades de recapitalización en segmentos del sector financiero”, resume.
El FMI arranca sus conclusiones calificando de “relevantes” las medidas adoptadas por España. Pero eso no ha permitido recuperar la confianza de los mercados, que sigue “débil”, y, por eso, pide una respuesta “ambiciosa” que mire a la vez a la consolidación fiscal, al saneamiento financiero y a las reformas estructurales para potenciar el crecimiento.
Medidas presupuestarias
En opinión del FMI, el objetivo de reducción de déficit es “muy ambicioso” —pasar del 8,9% de 2011 al 5,3% a final de año y, por ahora, volver a bajarlo al 3% en 2013— y por eso cree que será difícil de alcanzar, sobre todo porque los ingresos serán más débiles de lo esperado y el plazo es corto (“en parte porque se retrasó el presupuesto”, reprocha) y no se puede fiar el ajuste solo a recortes de gasto que tardan en tener efecto. Y abre la puerta a un mayor plazo para reducir el déficit: “Dadas las débiles perspectivas de crecimiento, de no materializarse por completo el ajuste esperado, la corrección no debería concentrarse en un plazo de tiempo reducido”.
Los expertos del organismo insisten en que deben tomarse más medidas del lado de los ingresos y advierte de que “ninguna opción debe ser descartada”. Pide que se suban tanto el IVA como los impuestos especiales. Pero introduce una novedad al incorporar un tono de urgencia: “Estas medidas deberían tomarse ahora”.
Además, frente a la situación de 2011, el país está ahora bajo un programa de rescate de sus socios, que aunque esté destinado a sanear la banca, sitúa a España bajo una estricta vigilancia por parte de la troika (la UE, el BCE y el propio FMI, que pese a no dar ayuda financiera supervisará el proceso). Junto a ello, el Gobierno estará más presionado para adoptar las recomendaciones que lleguen desde las autoridades internacionales ante la más “mínima desviación” de las metas de déficit, tal y como indicó el Eurogrupo al anunciar la ayuda.
Sobre el rescate en sí, el Fondo considera que incluso si el coste llegara a alcanzar los 100.000 millones comprometidos, “seguiría siendo manejable desde el punto de vista de la sostenibilidad de la deuda, siempre que se lleve a cabo el ajuste fiscal previsto”.
El organismo considera que la desviación del déficit en 2011, debida sobre todo a las comunidades autónomas, socavó la credibilidad de España para alcanzar la consolidación fiscal y aumentó el ajuste necesario para 2012. El FMI cree que el impacto de la gran desviación (casi un 3% del PIB) se vio agravado por mantener el mensaje, hasta casi final de año, de que el déficit cumplía el objetivo, y por la falta de datos actualizados y fiables. En realidad, incluso mucho después del cierre del ejercicio, algunas comunidades (como Madrid o la Valenciana) desvelaron que su déficit era mayor que el inicialmente publicado.
El FMI ve “deseable” una reducción de las cotizaciones de la Seguridad Social, pero solo cuando el desfase presupuestario se sitúe por debajo del 3%. También pide que se suprima la deducción fiscal por vivienda que el Gobierno reintrodujo tras llegar al poder en diciembre y considera “fundamental” que no haya más amnistías fiscales o aumentos transitorios de tipos ya que las medidas deben ofrecer “ganancias permanentes”. En paralelo, señala que “debería protegerse el gasto en los más vulnerables”.
En cuanto al gasto público, los funcionarios del fondo creen que los recortes están previstos “en las áreas adecuadas”. Pero no es capaz de valorar sus resultados y apunta que serán difíciles de implementar. Para lograr ese ahorro, vuelve a insistir en la necesidad de que se apruebe “ahora” un recorte de los sueldos públicos, aunque matiza que podría cancelarse si realmente se cumple el objetivo de déficit. También propone dar “mayor énfasis a las privatizaciones”.
Tensiones del mercado
El Fondo señala que “a pesar del anuncio de apoyo financiero europeo, las condiciones de mercado siguen siendo débiles”. La esperanza es que el rescate contribuya a paliar los riesgos a corto plazo, algo que no ha ocurrido por ahora. Pero al FMI le preocupa la salida de capitales récord que está sufriendo España en los últimos meses y por ello advierte que “las tensiones de mercado se podrían intensificar, especialmente si las políticas económicas no logran frenar las salidas de capital o como consecuencia de mayores tensiones en otras áreas de la eurozona”.
Este viernes, de nuevo, España se quedó al margen de la mejora de la prima de riesgo que experimentó Italia después de que el Gobierno de Monti aprobase medidas para impulsar el crecimiento. La prima de riesgo de España frente a Italia ha alcanzado su máximo de la era euro y el mercado ya exige casi un punto porcentual menos de intereses a los bonos italianos que a los españoles. A cierre de año, con Rajoy recién llegado al poder, a España le exigían dos puntos menos que a Italia.
Junto al riesgo financiero, el otro motivo de preocupación para la economía es doble, derivado de un desapalancamiento más rápido del previsto en el sector privado y por el efecto de la consolidación fiscal. Las presiones negativas del ajuste, afirman los expertos, “probablemente se traduzcan en contracciones de la producción este año y el que viene”, aunque se espera que las exportaciones netas sigan contribuyendo fuertemente al crecimiento.
Reformas estructurales
Desde el organismo con sede en Washington se vuelve a insistir en la importancia de que el plan de reformas estructurales se siga ejecutando en paralelo al proceso de saneamiento de los bancos.
A modo de conclusión, el FMI califica otra vez de urgente que España concentre sus políticas a mejorar la productividad y la competitividad de su economía. “Estas son reformas inherentemente complejas y difíciles, pero críticas si el crecimiento ha de ser inclusivo y altamente generador de empleo”, remachan los expertos del organismo. “El establecimiento de una meta clara, como conseguir que España se sitúe entre los 10 primeros en las listas de índices globales de competitividad y clima de negocios, podría ayudar a centrar las políticas y a su comprensión por parte de la población”, dice el informe. España está ahora en el puesto 36º de la clasificación del Foro de Davos y en el 44º de la del Banco Mundial.
La reforma laboral es un paso positivo en este sentido, “ya que tiene el potencial de mejorar sustancialmente el funcionamiento del mercado de trabajo”. También aplaude la agenda de reformas del Gobierno en otras áreas (mercado del alquiler, la liberalización de horarios comerciales y de servicios profesionales y eliminación del déficit de tarifa). Pero cree que sería importante que estas reformas fueran ejecutadas de forma rápida y efectiva, con un calendario detallado y ambicioso.
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