Alumnos y profesores del colegio de La Estación de Jimena recogen alimentos para familias necesitadas.
La campaña, que reúne 260 kilos, dura dos semanas y lo recogido es repartido entre más de 50 familias que lo pasan mal.
El colegio Aljibe de La Estación de Jimena de la Frontera no vive aislado de la difícil situación que atraviesan numerosas familias que no tienen dinero para comer. L a comunidad educativa decidió nada más tener conocimiento arrimar el hombro y pedir a alumnos y profesores que trajeran alimentos no perecederos para las familias necesitadas. La directora del colegio, Ana Cano Beltrán, se puso de acuerdo con los profesores para trasladar a los estudiantes el mensaje. "Alimentos para familias necesitadas de Jimena. Colabora", rezaba la cartulina que se puso en cada una de las 14 clases del centro. Durante dos semanas, este ha sido el plazo, los niños han acercado en su mayoría legumbres, aunque algunos han optado por aceite, azúcar o conservas. Entre todo el alumnado y los profesores se han reunido 260 kilos de comida que ya han sido entregados a Cáritas para que los distribuyan entre los vecinos más necesitados del municipio. El centro educativo se enteró recientemente de que Cáritas local asiste a más de 50 familias que no tienen para comer. Con este dato saltó la alarma y la única respuesta en estos casos es la solidaridad del pueblo, consciente de que muchos están pasando una etapa muy difícil que además no parece que vaya a acabar pronto. Entre los que más rápido contestaron a la petición de alimentos en el colegio Aljibe sin duda los más pequeños. En este sentido, los de Secundaria han sido los que menos se han identificado con la campaña. No obstante, las buenas intenciones son las que marcan estos ciclos y en tiempos de necesidad el centro de La Estación de Jimena no ha mirado para otro lado y ha decidido tomar cartas en el asunto. En la Estación de Jimena hace diez años el 100% de los hombres trabajaba así como el 35% de las mujeres. Esta situación ha cambiado y en la actualidad el paro y su larga duración está complicando la vida de muchas familias en todos los municipios de la comarca incluido Jimena. Hay gente cuyos ingresos no son suficientes para cubrir el día a día. Campañas de este tipo se han vuelto más necesarias y es raro que la solidaridad no muestre todas sus vertientes. Muchos colegios e institutos de la comarca han trasladado a los estudiantes que hay gente que no tiene para comer. Es otra lección de la vida. Y el Aljibe no ha hecho oídos sordos
La campaña, que reúne 260 kilos, dura dos semanas y lo recogido es repartido entre más de 50 familias que lo pasan mal.
El colegio Aljibe de La Estación de Jimena de la Frontera no vive aislado de la difícil situación que atraviesan numerosas familias que no tienen dinero para comer. L a comunidad educativa decidió nada más tener conocimiento arrimar el hombro y pedir a alumnos y profesores que trajeran alimentos no perecederos para las familias necesitadas. La directora del colegio, Ana Cano Beltrán, se puso de acuerdo con los profesores para trasladar a los estudiantes el mensaje. "Alimentos para familias necesitadas de Jimena. Colabora", rezaba la cartulina que se puso en cada una de las 14 clases del centro. Durante dos semanas, este ha sido el plazo, los niños han acercado en su mayoría legumbres, aunque algunos han optado por aceite, azúcar o conservas. Entre todo el alumnado y los profesores se han reunido 260 kilos de comida que ya han sido entregados a Cáritas para que los distribuyan entre los vecinos más necesitados del municipio. El centro educativo se enteró recientemente de que Cáritas local asiste a más de 50 familias que no tienen para comer. Con este dato saltó la alarma y la única respuesta en estos casos es la solidaridad del pueblo, consciente de que muchos están pasando una etapa muy difícil que además no parece que vaya a acabar pronto. Entre los que más rápido contestaron a la petición de alimentos en el colegio Aljibe sin duda los más pequeños. En este sentido, los de Secundaria han sido los que menos se han identificado con la campaña. No obstante, las buenas intenciones son las que marcan estos ciclos y en tiempos de necesidad el centro de La Estación de Jimena no ha mirado para otro lado y ha decidido tomar cartas en el asunto. En la Estación de Jimena hace diez años el 100% de los hombres trabajaba así como el 35% de las mujeres. Esta situación ha cambiado y en la actualidad el paro y su larga duración está complicando la vida de muchas familias en todos los municipios de la comarca incluido Jimena. Hay gente cuyos ingresos no son suficientes para cubrir el día a día. Campañas de este tipo se han vuelto más necesarias y es raro que la solidaridad no muestre todas sus vertientes. Muchos colegios e institutos de la comarca han trasladado a los estudiantes que hay gente que no tiene para comer. Es otra lección de la vida. Y el Aljibe no ha hecho oídos sordos
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