lunes, 9 de enero de 2012

Los derechos de los trabajadores son innegociables y se defienden en la calle.

“Sabemos que los decididores deciden como locos o miserables
y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan”
MARIO BENEDETTI
En estos días, cuando el gobierno anuncia un déficit, por primera vez en 13 años, de 600 millones de euros en las cuentas de la Seguridad Social, CCOO y UGT nos recuerdan que el futuro de las pensiones está asegurado gracias a la reforma que ellos mismos firmaron para alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. Pues bien, ahora, un año después de aquella vergonzosa claudicación, estamos abocados a volver a pasar por la misma humillación de una nueva reforma laboral, una vez que las dos anteriores llevadas a cabo por el gobierno de Zapatero y que supusieron el mayor recorte de derechos de los trabajadores desde la instauración de la democracia, no parecen suficientes para los empresarios; estamos abocados a dar otro paso atrás para la clase trabajadora con el aval de los sindicatos mayoritarios.


Con todo lo que nos está cayendo encima: recortes en prestaciones sociales, ataque a los derechos laborales y subida de impuestos, entre otras cosas, y lo que nos están preparando: subida del IVA, copago sanitario, despido gratuito, privatización de servicios, fin de la negociación colectiva, etc., aún tenemos que escuchar hace unos días a Cándido Méndez decir que están dispuestos a convertir los contratos a tiempo completo en temporales o a asumir la moderación salarial, con aumentos por debajo del IPC, lo que suena francamente a sarcasmo. Dejando a un lado la defensa de los servicios públicos, constantemente amenazados por las políticas de recortes de las Administraciones Central y Autonómica y la defensa de los trabajadores que hacen posible  la prestación de los mismos, por los que Méndez y Toxo no han demostrado demasiado interés, el hecho de, en un contexto como el actual, con el anunciado aumento del IRPF (lo que ya supone una merma retributiva), optar por la “moderación salarial” supone una rendición sin condiciones y sin ni siquiera haber presentado batalla. Estas declaraciones, y las de Toxo al día siguiente, no tienen más significado que el ir preparando el terreno para tratar de vendernos un próximo acuerdo (la 2ª parte del Pensionazo) con la patronal y el gobierno.

Pero lo peor no es esto, sino que con esta actitud suicida, los dirigentes de CCOO y UGT (¿van a cometer de nuevo la indignidad de no consultar a sus propias bases?) dejan indefensos a los trabajadores, justo cuando la lucha de clases se vuelve más virulenta. No tiene sentido sentarse a negociar, como no sea para reventar la mesa o para plantear un programa de máximos, tal como hace la patronal. Alguien debería de decirles que los derechos de los trabajadores son innegociables y se defienden en la calle. ¿Es que no aprendimos nada con la firma del pensionazo? ¿Es necesario volver a repetir los mismos errores? ¿En qué están pensando CCOO y UGT, en que no les quiten el chollo de la formación o la gestión de los fondos de pensiones? ¿Cómo es posible que, en lugar de estar tensando sus organizaciones para dar una respuesta combativa a la avalancha de agresiones de una derecha crecida y sin complejos, opten por la negociación como un fin en sí mismo? ¿qué conquista social pretenden vendernos? Y lo que es más importante: ¿Quién encabezará la lucha que se avecina? Pues, para aumentar el desconcierto y la indefensión, en unas recientes declaraciones (El Confidencial 3-1-12), el coordinador general de IU, interrogado sobre si no están siendo los sindicatos demasiado condescendientes y poco combativos, respondía que “en la etapa de bonanza anterior a la crisis, la acción reivindicativa apenas ha hecho falta y que ahora, en tiempos de crisis, no es fácil hacer sindicalismo”. Entonces, cabe preguntarse, ¿Cuando es el momento de plantear batalla? Y ¿con qué organizaciones?

2 comentarios:

Gabriel Meléndez dijo...

CCOO, el sindicato de los ¿comunistas? + el PCE e IU = MENTIRA...; UGT el sindicato de los ¿socialistas? + el PSOE = MENTIRA ...

Despues todos/as somos de izquierdas, si, de la izquierda de la mentira y traición a los derechos de los trabajadores.

Os podeis sentir muy orgullosos de ello, pero muy orgulloso de echar por tierra el trabajo, esfuerzo, lucha... de los antiguos sindicalistas de verdad, de los que no se vendían a espera de un enchufe o liberación, si no que estaban en los centros de trabajos bien informando a los trabajadores de sus derechos, pero la derecha fue muy lista y ahora los mentado con anterioridad "y mira que me duele decirlo así", son complices de la derecha, patronal, banca... ¿De cuando un partido comunista o de izquierdas puede aceptar las bases fundacionales de la UE, de cuando, como decir que el capitalismo se puede sobrellevar pero de otras maneras?

Saludos.

Fernando Sanchez dijo...

Camarada, que no te duela nunca decir la verdad. Tu piensa que a ellos no les duele o molesta en sus conciencias el hecho de engañar a la clase obrera de la forma que lo hacen.