Los máximos responsables de laSociedad de Gestión de Activos
procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el nombre oficial
del banco malo, no podrán cobrar más de 500.000 euros anuales, en línea
con las limitaciones establecidas
por el Gobierno para las entidades financieras que han recibido dinero
público (en concreto, un máximo de 600.000 euros en el sueldo de la
cúpula en las entidades que han recibido ayudas públicas y de 300.000
euros en las que han sido intervenidas por el Estado), según fuentes
del Ministerio de Economía.
La Comisión Rectora del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), vinculado al Banco de España,
aprobó el jueves el nombramiento de la presidenta del banco malo y de
su director general. El frente de la entidad estará Belén Romana,
una colaboradora del ministro de Economía, Luis de Guindos, cuando éste
fue secretario de Estado de Economía en el Gobierno de José María
Aznar. Belén Romana, que ocupó el cargo de directora general del Tesoro , era hasta ahora secretaria general del Círculo de Empresarios. Como número dos del banco malo ha sido designado Walter de Luna,
que procede del banco holandés ING. En los últimos doce años ha sido
responsable para España y Portugal de la rama inmobiliaria de la entidad
holandesa. Los nombramientos de los dos máximos ejecutivos deberán ser ahora ratificados por el Consejo de Administración
del banco malo, que aun no ha sido constituido. Al margen de estos dos
ejecutivos, la sociedad contará con una plantilla de unos 100 personas.
Fuentes del FROB señalaron que el Banco de España publicará toda la información sobre contratos
que se han hecho para el banco malo, detallando el coste de todos los
proveedores, incluido el cazatalentos Spencer Stuart, contratado para
fichar a Romana y Walter de Luna.
Inversores privados
Santander, La Caixa y Sabadell participarán con toda probabilidad en el capital de la entidad, mientras que BBVA tiene
esta opción en estudio y no ha adoptado aún una decisión al respecto.La
cantidad que aportará cada entidad al capital de la Sareb aún está por
determinar, y depende de si finalmente BBVA y otras entidades deciden
sumarse. En total, la Sareb tendrá unos fondos propios de 5.000
millones, de los que 1.000 millones serán capital directo -que aportarán
los accionistas que se incorporen al capital- y el resto (4.000
millones) deuda subordinada.
Fuentes del Ministerio de Economía han señalado que Sareb necesitará 2.200 millones de capital privado antes de la transferencia de activos de las entidades nacionalizadas
a través del FROB (Bankia, CatalunyaBanc, Banco de Valencia,
Novacaixagalicia), prevista para el próximo mes de diciembre. Por su
parte, el FROB aportará 1.700 millones de euros para completar sus
recursos propios. Dentro del capital privado, el Gobierno estima que los
inversores extranjeros aportarán cerca del 10%, lo que supone unos 500
millones de euros.
El lunes el Gobierno celebrará un encuentro con cinco
bancos de inversión para sistematizar contactos y actuar de forma más
eficiente en la búsqueda de inversores.
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