La crisis del capitalismo sigue su curso natural, y las medidas que los gobiernos de turno van tomando al dictado de la oligarquía consisten una y otra vez en situar sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras el peso de la misma. Pero la crisis es una crisis estructural, por mucho que se intente disfrazar, y eso exige al capital el aumento de la explotación a la vez que la destrucción de fuerzas productivas.
Las reformas laborales que nos hacen trabajar más por menos salario y abaratan el despido hasta la gratuidad, la reforma de las pensiones que nos aseguran una vejez de privaciones, el aumento de los impuestos para las rentas bajas, la liquidación del sistema de salud y educación públicos, etc, son una clara prueba de lo dicho y demuestran que la única receta que el capital pone encima de la mesa para intentar salir de su crisis es la de hacerlo sobre la miseria y la esclavitud de la clase obrera y demás sectores populares. Y a ello hay que sumar el intento de liquidación de sectores enteros de la producción como hoy intentan con la minería en base al falso criterio de la rentabilidad económica. ¿Acaso entregar miles de millones a la Banca es rentable?
El nuevo gobierno de la burguesía vuelve desde la desfachatez absoluta a mentir, por un lado dicen defender el sector del carbón oponiéndose aparentemente a la finalización de las ayudas en el 2018 como pretende la Unión Europea, y por otro lado vía presupuestos abocan al cierre a todo el sector este mismo año. Para nada les preocupa el futuro de las familias obreras que viven del trabajo de las más de 36.000 personas que trabajan directamente en el sector de la minería, o el presente de miseria al que abocarán a las comarcas mineras donde ningún futuro esperanzador aguarda a su juventud. En las cuentas de los gestores que gobiernan al dictado del capital sólo se tienen en cuenta los criterios de robarlo todo a la clase obrera y repartírselo cual botín en un festín indecente.
Desde el PCPE somos conscientes que el capital no va a dar marcha atrás en sus planes y que sólo la lucha consciente y sostenida será garantía de un futuro digno para los trabajadores y trabajadoras. Pero para ello es preciso tomar las calles y los tajos y exigir que el poder de decidir recaiga realmente en quienes todo lo producimos.
Por ello es que desde el PCPE hacemos un llamamiento a toda la clase obrera a defender el sector del carbón, así como a hacer sentir el calor solidario con todos los mineros en lucha. Y para ello es imprescindible que la respuesta sea lo suficientemente contundente en un momento histórico donde nuestro enemigo de clase desarrolla y pretende acabar con todas las conquistas que históricamente tanto esfuerzo de lucha nos fue necesario emplear a la clase obrera para su conquista.
La movilización contundente para defender la minería, la educación pública, la sanidad pública, los derechos laborales, etc, ha de ser el punto principal de nuestra agenda como clase obrera sin caer en el error de pensar que el voraz capitalismo se detendrá tras acabar con un sector que quizá hoy todavía no es el nuestro. Luego vendrán a por el resto. Unifiquemos las luchas, elevemos la solidaridad de clase al lugar que le corresponde y desterremos del horizonte el traidor concepto de pacto social que nos ha traído hasta donde estamos. Luchemos, y hagámoslo unidos, lo que hoy nos jugamos es si a la clase obrera sólo nos espera sufrimiento y miseria, o un futuro con Pan, Paz, Trabajo y Dignidad en la sociedad socialista.
SI TODO LO PRODUCIMOS, TODO LO DECIDIMOS
TODO PARA LA CLASE OBRERA
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