Los dos sectores del PP, que en Madrid adquieren una visibilidad mayor que en el resto del Estado, tienen más de personalismos que de diferencias ideológicas. El caso es que los que siguen a Gallardón son unos y los que siguen a Esperanza Aguirre/Aznar son otros. Todo indica que el ajuste de navajas está haciendo sangre, y la muerte de cinco jóvenes en el Madrid Arena es la excusa para quitar de en medio gente del otro bando. Las familias de las personas muertas deben asistir alucinadas a todo lo que está ocurriendo: negocios turbios, comisiones, amistades inconfesables y ajustes en el interior del partido. El PP en estado puro, sin máscaras.
Las responsabilidades políticas que la comisión de investigación del ‘caso Madrid Arena’ negó que existieran fueron asumidas por el vicealcalde Miguel Ángel Villanueva. Ni las conclusiones de dicha comisión, aprobadas con la mayoría absoluta del PP en la capital, ni las investigaciones judicial y policial han apuntado en algún momento a Villanueva. Sin embargo, el que fuera mano derecha de Ana Botella alegó hoy que dejaba el cargo y su acta de concejal para “contribuir a la serenidad” que necesitan los “nuevos retos” que debe afrontar el Consistorio.
Es más, fue el propio Villanueva quien aludió a la comisión de investigación, concretamente a su cierre, y a la aprobación de sus conclusiones, para explicar la elección del momento que ha elegido para marcharse. Porque según insistió en una comparecencia de urgencia ante los medios, su marcha se debe a una decisión personal y no a la de Ana Botella. En la misma rueda de prensa, Villanueva dejó sin contestar la pregunta de si la alcaldesa le había intentado disuadir. “Yo no hablo de mis conversaciones privadas”, alegó.
Aunque no precisó cuáles son esos “nuevos retos” del Ayuntamiento para los que este necesita “serenidad”, Villanueva aludió en varias ocasiones a la candidatura olímpica de Madrid 2020, presentada apenas 24 horas antes del anuncio de su dimisión. El portavoz del PSOE, Jaime Lissavetzky, no se conformó con la marcha del vicealcalde y pidió a Botella que “dé la cara y dimita”. La presión de la oposición contra la alcaldesa se redobló cuando trascendió que Botella había pasado parte del puente en el que ocurrió la tragedia en un 'spa' de Portugal. El Ayuntamiento vive “un auténtico tsunami institucional”, dijo hoy Lissavetzky.
La salida de Villanueva ha forzado a Botella a realizar una reestructuración de su equipo de Gobierno. Antonio de Guindos, máximo responsable de la Policía Municipal, como concejal de Seguridad, Medio Ambiente y Movilidad. De Guindos pierde esa primera competencia para conservar las otras dos. El nuevo concejal de Seguridad será Enrique Núñez. No es el caso de Fátima Núñez, concejal delegada de Seguridad y Emergencias, y por tanto responsable directa del Samur, que pierde peso y pasa a ser concejal del distrito de Carabanchel.
Informaciones periodísticas publicadas en los días posteriores a la tragedia establecen un vínculo personal entre el ex vicealcalde y el organizador de la fiesta donde fallecieron las cinco jóvenes, Miguel Ángel Flores. Villanueva siempre ha defendido que conoce a Flores como destacado empresario de la noche madrileña que es y que en ocasiones ha estado en sus locales celebrando su cumpleaños, siempre abonando sus consumiciones. “Ni he estado nunca en casa de Flores, ni este señor en la mia”, dijo ante la comisión de investigación para explicar su relación con el empresario. Otra de esas informaciones periodísticas detallaba cómo Villanueva casó al hermano de Flores - quien declarará como imputado el próximo día 15- por deseo del novio.
Villanueva admitió “errores” en la comparecencia ante los medios, la primera de una autoridad, que ofreció horas después de la tragedia. En ella, ofreció los datos de asistencia a la fiesta que había proporcionado Flores y que la investigación ha revelado posteriormente falsos. “Cometí el error de decir permanentemente que son datos provisionales sujetos a investigación policial y judicial”, dijo hoy el ex vicealcalde, al tiempo que volvió a quejarse de que, al igual que en el atestado policial, él citó como fuente en todo momento a Diviertt, la empresa organizadora del Thriller Music Park. ¿Ha habido, por tanto, una “cacería personal” contra él?, le preguntó un periodista. “El tiempo pone a cada uno en su lugar”, se limitó a contestar Villanueva.
El ex vicealcalde es la segunda víctima de primer nivel político que se cobra el caso Madrid Arena. La primera fue el concejal de Hacienda, Pedro Calvo, responsable, al menos político, de los contratos de Madridec, la sociedad municipal a la que pertenece el Madrid Arena, con la empresa de Miguel Ángel Flores. Calvo dimitió cuando se anunció la declaración como imputado del concejal del ramo, algo que aún no se ha producido, como se encargó de recordar hoy el propio Villanueva.
Desde entonces, el caso vive continuos vuelcos con la publicación de grabaciones que apuntan en una u otra dirección en cuanto a las responsabilidades de la tragedia, que se van repartiendo entre el organizador del evento, la sociedad municipal del Madrid Arena y la empresa adjudicataria de la seguridad del recinto.
insurgente/portal terra
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