El príncipe de Asturias, y Borbón heredero, representó a España en las exequias por la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, pero no se quedó durante la ceremonia de la toma de posesión del vicepresidente Nicolás Maduro, a diferencia de otros mandatarios. De este modo, coincidió con la extrema derecha venezolana, representada por el opositor Capriles.
En las calles se siguió el acto por miles de personas que no dudaron en abuchear al Príncipe cuando las imágenes lo pusieron en primer plano. El recuerdo de la multitud por la agresión del rey Juan Carlos con aquel famoso “¿por qué no te callas?” estaba en el recuerdo del pueblo bolivariano.
Como bien se ha recordado en medios venezolanos en más de una oportunidad, un país (España) donde el Jefe del Estado no es elegido sino que se trata de un cargo heredado no debería dar ejemplos de nada.
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